Un jurado popular ha considerado culpables de los delitos de asesinato, robo con violencia en grado de tentativa y lesiones a animal doméstico a los cuatro acusados por el crimen de un hombre durante un robo de marihuana el 11 de junio de 2022 en una urbanización de Tordera (Barcelona), según ha podido saber Europa Press de fuentes judiciales. Así lo ha considerado el jurado popular, aunque durante el juicio en la Audiencia de Barcelona los acusados señalaron como autor de los disparos que acabaron con la vida de la víctima a un quinto individuo que nunca fue detenido y que se encuentra en paradero desconocido. EL CRIMEN Los hechos se gestaron el 10 de junio de 2022 cuando, según explicó un amigo de la víctima que estaba presente en el momento de los hechos, se citaron con un intermediario y uno de los acusados para cerrar una venta de más de 9 kilos marihuana y que, tras comprobar la calidad de la mercancía, quedaron en que la recogerían al día siguiente. El sábado se citaron para desayunar en un bar de la urbanización y, después, se dirigieron al edificio de la víctima, pero como en su piso estaban su pareja y el hijo de ésta, menor de edad, la transacción finalmente se hizo en el piso de un vecino conocido del fallecido. Durante el intercambio de la mercancía ilícita, que alcanzaba unos 100.000 euros en el mercado negro, uno de los acusados sacó un arma de fuego y disparó a la víctima, que murió en el rellano del edificio, así como a su perro Golfo, al que hirió de gravedad y estuvo a punto de fallecer a causa de las lesiones. Después, intentaron llevarse la droga lanzándola por una ventana con la intención de recogerla en la calle, pero no pudieron porque las bolsas cayeron sobre las terrazas de los pisos inferiores huyeron del lugar sin la mercancía ilícita. HASTA 27 AÑOS DE CÁRCEL Tres de los acusados están en prisión preventiva desde el momento de su detención el mismo día de los hechos, mientras que el cuarto fue aprehendido en mayo de 2023 y un quinto implicado, que nunca fue arrestado, sigue en paradero desconocido. Por estos hechos la Fiscalía pedía inicialmente penas de 27 años de prisión, así como una indemnización de forma conjunta a los padres de la víctima de 150.000 euros para cada uno por la pérdida de su hijo y de 90.000 euros para el hermano, que en sede judicial reconoció que el día del crimen la novia del fallecido le había confesado que el fallecido y un amigo habían ido a dar "un palo" a Caldes de Malavella (Girona) y se habían llevado 5 bolsas de marihuana, pero que las cosas no habían salido según lo previsto. 'VUELCOS DE MARIHUANA' Una hipótesis que apuntaló una vecina, que en el juicio declaró que el fallecido "se dedicaba a vender marihuana, se dedicaba a robar plantaciones" --práctica conocida como 'vuelco' en el argot policial-- y que más de una vez le había salido mal y que añadió que, ese día, los agresores querían sustraer la mercancía que tenía, pero que éste no se dejó. Otro vecino expresó que, aunque conocía a la víctima desde el colegio, un año antes del crimen dejaron de tener contacto porque "empezó a hacer cosas ilegales", como cultivos de marihuana, y que él nunca quiso participar en ese negocio, que incluía asaltos a otras plantaciones.