Sevilla, 17 sep (EFE).- El remero andaluz Adrián Miramón, medallista de plata en el Mundial de Génova (Italia) en la modalidad de Beach Sprint, que integrará el programa olímpico en Los Ángeles 2028, ha declarado este martes que ese segundo puesto "sabe a oro" porque sólo fue superado "por motivos que se escapan al control".
Miramón no pudo completar su remontada en la final sobre el estadounidense Christopher Bak al caer de su bote antes del tramo final de la carrera a pie, pero está "muy satisfecho con los resultados" de una "temporada brillante" en la que ha sido campeón de España y Europa, además de subcampeón del mundo.
"A las olas no podemos controlarlas. Desde el principio del campeonato, empecé con un resfriado y la verdad es que lo he ido arrastrando a lo largo de la competición. Además, cometí algunos fallos. Hay competiciones en las que no puede ser y ésta ha sido una de ellas", ha señalado a EFE el deportista malagueño.
Miramón está especialmente satisfecho por "haber ganado en los octavos de final contra el holandés" Leonard Van Lierop, "que fue hace un mes campeón olímpico en París", en la modalidad de cuatro sin timonel, "y en cuartos al campeón del mundo del año pasado", el italiano Giovanni Ficarra en "una regata muy bonita".
El remero andaluz admitió que el estadounidense Christopher Buck, su verdugo en la final, "es un muy buen rival, campeón del mundo del 2022, y al embarcar una serie de olas" que le impidieron realizar una correcta puesta en marcha, de modo que "se marcó una diferencia de ocho o diez segundos" que "prácticamente sentenciada la competición".
"Yo confiaba mucho en mis posibilidades, tuve que hacer mucho esfuerzo para poder alcanzarle, lo que me pasó factura a la vuelta. Íbamos muy igualados, llegamos a la orilla, me derivó un poquito el bote la ola y al desembarcar, no conseguí pisar tierra. Me caí al agua y perdí", ha relatado. EFE
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