Madrid, 16 sep (EFE).- En el marco de la Semana Europea de la Movilidad un grupo de activistas de Greenpeace ha desplegado este lunes en la fachada de la madrileña estación de Atocha una pancarta gigante para poner de manifiesto "la complejidad del sistema tarifario del transporte público de España" y reclamar un abono único para todo el país.
Este abono, al que Greenpeace ha llamado T-lleva, permitiría reducir emisiones contaminantes y disminuir la dependencia del vehículo privado, eliminando las barreras tarifarias y administrativas que dificultan la movilidad entre comunidades y medios de transporte, indica la oenegé en un comunicado.
Para esta acción han creado un mosaico con una muestra de la variedad de billetes y tarjetas de transporte existentes en distintas ciudades y regiones.
Junto a ellos, han desplegado una réplica gigante de la propuesta de abono único de Greenpeace: el T-Lleva, una tarjeta única para todo el territorio estatal y para todos los modos de transporte público.
Más de 175.000 personas han firmado ya para pedir la puesta en marcha de este abono único, afirma Greenpeace, que denuncia "la confusión y dificultad" que afrontan los usuarios del transporte público debido a los múltiples billetes y sistemas de pago gestionados por diferentes administraciones a lo largo del país.
La pancarta de Greenpeace es un llamamiento para que se ponga en marcha "un sistema integrado" que permita a las personas viajar de manera más intuitiva, asequible y fácil en trenes, autobuses, metros, tranvías o bicicletas públicas.
El T-Lleva pretende simplificar el acceso al transporte público, promoviendo "la intermodalidad y la interoperabilidad", eliminando las múltiples tarjetas e incorporando "todos los servicios bajo un mismo título de viaje, similar a los modelos que ya existen en otros países o en algunos consorcios".
Este "billete climático" permitiría viajar por diferentes provincias, regiones y zonas tarifarias, facilitando el cambio del coche por medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente.
El sistema, dice Greenpeace, debería ser "válido independientemente de la empresa de transporte, consorcio o comunidad autónoma" que expida el billete. Así, por ejemplo, un billete adquirido en Madrid puede utilizarse también para viajar por Sevilla y su área metropolitana.
“Es necesario que se alineen las estrategias y se vaya a un objetivo común: ofrecer al ciudadano un servicio de movilidad integrado más allá de quien lo opere y de cuál sea el modo”, dice Cristina Arjona, coordinadora de la campaña de movilidad de Greenpeace.
“Además -añade-, una tarifa plana asequible debe ser una política estructural que ayude a paliar los efectos de la subida del coste de vida. Los abonos únicos de transporte también pretenden aliviar a las familias”. EFE
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