El Observatorio de Ceuta y Melilla, la AECC y el Dr. Remartínez reciben la Medalla de Oro

 Melilla, 16 sep (EFE).- El Observatorio de Ceuta y Melilla, la Asociación Española contra el Cáncer y el doctor Enrique Remartínez han recibido este lunes las Medallas de Oro de Melilla, la máxima distinción que concede la Ciudad Autónoma, como un reconocimiento a “la atención y el servicio a los demás”.

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha destacado ese “denominador común” de estas distinciones, pese a “la variedad de los premiados”, durante la entrega de las Medallas de Oro en un acto solemne en el salón noble del Palacio de la Asamblea que ha servido de antesala a la conmemoración, mañana, del 527 aniversario de la españolidad de la ciudad.

En su discurso, en el que ha agradecido la “plena dedicación, generosidad y entrega” de los tres premiados con las Medallas de Oro, Imbroda se ha detenido en cada uno de ellos para poner de relieve los méritos para estos galardones, aprobados por unanimidad en la Asamblea, salvo el concedido al Observatorio, en el que los dos partidos localistas, Coalición por Melilla y Somos Melilla, se abstuvieron.

Sobre el Observatorio de Ceuta y Melilla, Imbroda ha subrayado el papel que juega como “aliado inmejorable para superar el olvido” al que deben enfrentarse las dos ciudades autónomas en muchas ocasiones.

Frente a ello, ha aplaudido los 7 informes de expertos, 18 eventos en ciudades como Madrid o Bruselas y la publicación de más de 400 artículos en Internet que ha llevado a cabo el Observatorio en sus cuatro años de vida, logrando para Melilla una “atención nacional e internacional sin prejuicios y con objetividad”, además de una búsqueda de soluciones a los retos que debe afrontar.

En cuanto a la AECC, y más concretamente su delegación en Melilla, Imbroda ha subrayado su “notable transformación” desde su fundación en 1996 hasta convertirse en “una entidad enraizada en la estructura asociativa de la ciudad”, con una proyección social “enorme” reflejada en los 1.800 socios que tiene actualmente, que “trabaja de forma titánica y en silencio” contra el cáncer.

“Ha conseguido que toda la sociedad afronte esta terrible enfermedad con otros ojos y que, sin perderle el respeto, lo haga con un halo de esperanza y optimismo”, ha recalcado el dirigente melillense antes de aplaudir otro de los logros de la AECC, que es la concienciación de la ciudadanía haciéndola “cómplice” en la prevención, “su principal estrategia”.

Imbroda también ha dedicado numerosos halagos al radiólogo melillense Enrique Remartínez, no solo por su talento como médico y la calidad de sus diagnósticos, tratamiento y atención integral, reconocidos en el ámbito nacional e internacional, sino también por su “gran humanidad”.

“Con la entrega de esta Medalla de Oro queremos paliar este déficit de gratitud y premiarle en su propia casa, reconocerle su capacidad y agradecerle que su labor profesional se haya desarrollado en su tierra”, ha dicho el presidente en su discurso, en el que también ha ensalzado la labor docente y divulgadora del doctor Remartínez, plasmada en más de 300 conferencias en todo el mundo, además de becas de investigación y premios.

Durante la entrega de las Medallas de Oro también han tomado la palabra los galardonados, el primero de ellos el presidente de la AECC en Melilla, Manuel Aznar, que ha asegurado que este reconocimiento les motiva a seguir trabajando en pro de la excelencia, continuando con un compromiso “con el corazón lleno de gratitud y esperanza”.

Carlos Echeverría, director del Observatorio de Ceuta y Melilla, ha afirmado que esta distinción “es una invitación a seguir trabajando con ahínco” en la labor de comunicación y transparencia de esta entidad y dando visibilidad a la realidad de las dos ciudades autónomas.

“Ni nos falta trabajo ni nos va a faltar aquí”, ha dicho el profesor dejando claro que “hay mucha labor por delante en términos de presente y futuro, para hacer pedagogía e invitar a la acción política”.

El discurso del doctor Enrique Remartínez ha sido el más emotivo, especialmente cuando ha mencionado a sus familiares para agradecerles su “paciencia, amor y comprensión” y asegurar que esta Medalla era también de ellos por ser su “ancla, refugio y mayor fuente de fuerza”.

“Soy un tío con suerte”, ha repetido varias veces este radiólogo tras asegurar que siempre quiso ser médico porque es algo “casi genético” en su familia, en la que sus antepasados también lo fueron, entre ellos su padre, el doctor Mariano Remartínez, quien recibió este mismo reconocimiento en 2019, tres años antes de su fallecimiento. EFE

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