La abstención de Vox que provocó la caída de una iniciativa del PP sobre financiación autonómica en el Congreso ha ahondado las tensiones entre ambos partidos después de la ruptura de los gobiernos de coalición autonómicos en julio. Los de Santiago Abascal se revuelven contra los 'populares' por su "desprecio" hacia ellos y han querido dejar claro que no les apoyarán por sistema y en contra de sus "convicciones", mientras que el PP les acusa de ser "aliados" del Gobierno de Pedro Sánchez y de "equivocarse de enemigo". Vox se abstuvo el miércoles en la votación en el Congreso de una moción del PP que pedía que la financiación autonómica se trabajara desde la "multilateralidad" y se posicionaba en contra de la financiación singular de Cataluña pactada entre ERC y el PSC para investir a Salvador Illa, permitiendo al Gobierno salvar la primera votación que tenía lugar en el Pleno de la Cámara Baja sobre este asunto. Después de la votación, Vox aclaró que el motivo de su abstención fue la negativa del PP a aceptar sus enmiendas al texto, orientadas a "terminar con la desigualdad entre los españoles". Pero también destacó que la iniciativa del PP no censuraba el cupo catalán, sino que pedía financiación singular para cada una de las autonomías. Los de Abascal destacaron que su objetivo es "eliminar el cupo catalán, pero también el vasco, el amejoramiento navarro y cualquier tipo de privilegio que rompa la igualdad entre españoles", pero el PP "se niega". El propio Abascal se refirió a la votación en la Cámara Baja para cargar contra el texto registrado por los 'populares', afirmando que "no iba contra el cupo, sino a favor de instaurar 17 cupos". En una entrevista, Abascal aprovechó para advertir a los de Alberto Núñez Feijóo de que nunca votarán "en contra de sus convicciones para que el Gobierno pierda" batallas en el Congreso y afeó las formas del PP. Así, desveló que el PP "no quiso ni hablar" de las enmiendas de Vox y que "dos minutos antes" de la votación, "como siempre", el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, trasladó a su homóloga de Vox, Pepa Rodríguez de Millán, que si no la apoyaban, el Gobierno salvaría la votación. En la entrevista, Abascal también trasladó su malestar con las voces que les acusan de ser "cómplices" del Ejecutivo de Pedro Sánchez. "Es insoportable escuchar que Vox es aliado de Sánchez, es el PP el que es una estafa", dijo. TRILERISMO PARLAMENTARIO DE ÚLTIMA HORA Otros dirigentes y diputados de Vox han replicado el mismo mensaje en redes sociales. "Nos hemos abstenido en la votación porque se trata de una iniciativa que, más que estar en contra del cupo, profundiza en el sistema autonomista que precisamente ha hecho desiguales a los españoles y que es utilizado por determinados gobiernos regionales para hacer del chantaje al Estado su forma de vida", dijo Rodríguez de Millán en su cuenta de la red social X (antes Twitter). En la misma línea se expresó el secretario general del grupo parlamentario de Vox en la Cámara Baja, José María Figaredo, que subrayó que Vox "no ha frustrado ninguna iniciativa en contra del cupo catalán", sino que "frustraron una iniciativa que pedía café para todos". Más rotundo contra el PP se mostró el vicepresidente y secretario general de Vox, Ignacio Garriga, que usó la citada red social para lamentar que los 'populares' creen que Vox "ha venido a mantener las políticas que comparten con el PSOE" y que van a "aguantar su trilerismo parlamentario de última hora". "Génova 13 (la dirección del PP) y sus medios siguen más preocupados en atacar a Vox que en hacer una oposición de verdad a Sánchez", agregó. EQUIVOCARSE DE ENEMIGO Además, diputados y otros cargos de Vox y del PP se cruzaron reproches a cuenta de la abstención. El diputado 'popular' Jaime de Olano se hizo eco en X de la abstención y dijo que "Vox se equivoca de enemigo frecuentemente", a lo que su señoría de Vox Jacobo Robatto contestó que "no se equivocan" de adversario. "No os sentasteis ni a hablar con los 33 diputados de Vox para discutir las enmiendas, cosa que sí hicisteis con la única diputada de Coalición Canaria (Cristina Valido) y socia de Sánchez para sacar una transaccional con ella", argumentó, antes de insistir en que "la moción no era contra el cupo" y de afear al PP su respaldo de iniciativas socialistas. "No nos vengas con balones de oxígeno a nadie", zanjó. La diputada del PP Ana Vázquez usó la misma red social para afirmar que "nuevamente Vox salva a Sánchez" y "se equivoca de enemigo". "Vox, convertido en salvavidas del sanchismo", agregó. Le contestó el diputado José Ramírez del Río con un "esto es simplemente falso". "Vox está desde su origen en contra de los conciertos vasco y navarro y el PP ha metido en su moción el apoyo a los dos" y "les ofrecimos una enmienda para poder apoyar su moción y la rechazaron", escribió. "Si se empeñan en perder, es asunto suyo", remató. ESCENARIO DE TENSIONES EN EL PASADO No es la primera vez que el Congreso es escenario de tensiones entre ambos partidos. El año pasado, con la constitución de las Cortes, la relación entre PP y Vox se enrareció por la decisión del PP de no ceder un puesto en la Mesa del Congreso a los de Santiago Abascal, que entendieron ese gesto como un intento de hacerles un "cordón sanitario". Esta circunstancia sentó mal en el seno del partido, que destacó entonces la "evidente falta de generosidad" de los 'populares' en contraste con la suya propia, que ya había asegurado el voto favorable de sus 33 diputados a la investidura de Alberto Núñez Feijóo. La relación se encauzó después de que Feijóo pusiera en valor públicamente los acuerdos suscritos para los gobiernos autonómicos hoy rotos, tal y como le había pedido Abascal. En cualquier caso, fuentes de la Ejecutiva de Vox matizan que apoyarán iniciativas del PP que consideren favorables a los intereses de la ciudadanía y negociarán en ese sentido, aunque no garantizan su apoyo a los 'populares' por sistema.