La terna a hombros en la tercera de Guadalajara

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Guadalajara, 14 sep (EFE).- El Fandi, Miguel Ángel Perera y Víctor Hernández se encontraron en la tercera de Guadalajara con un toro de relumbrón cada uno, dos de ellos merecedores de vuelta al ruedo no concedidas, uno de García Jiménez y otro de El Pilar, siendo otorgadas un total de ocho orejas para regocijo de los nutridos tendidos alcarreños.

El primero, sorpresivamente, le complicó la vida a un torero tan capaz y atlético como El Fandi, quien no pudo brillar como en él es costumbre en el tercio de banderillas, y en el de muleta el de El Pilar hizo hilo sin pasar y teniendo siempre en el ojo de mira al torero granadino, quien abrevió ante la imposibilidad de lucimiento.

Arreado salió El Fandi en el tercero, al que recibió con varias largas cambiadas de rodillas en el tercio, quitó por lopecinas, colocó cuatro pares de banderillas, e inició de rodillas en los medios ante un toro bravo y de gran clase.

Las tandas surgieron ligadas, pulcras y algo periféricas por el pitón derecho, y de trazo largo y más templado por el izquierdo.

El de García Jiménez embistió con una calidad tremenda, yéndose hasta el final con la cara colocada, y el granadino, con su personal concepto de figura algo ahuecada, le dio fiesta, sin poder ni querer exigirle, a estas alturas, exquisiteces. Lo mató a la primera, aunque deficientemente. No importó. A sus manos fueron las dos orejas.

Miguel Ángel Perera consiguió lo que parecía casi imposible, que fue cortar una oreja al segundo, un toro soso al que le faltó entrega, por lo que tuvo que conducirlo a media altura, con sobriedad y limpieza. La efectiva estocada a la primera tuvo peso específico en la concesión del citado trofeo.

Y a placer anduvo Perera frente al extraordinario quinto, magníficamente lidiado por su cuadrilla al completo. El extremeño disfrutó con la nobleza y manera de colocar la cara del de El Pilar, que se desplazó hasta el final con fijeza y entrega. El toro se quedó con el rácano premio de la ovación en el arrastre, y su matador paseó las dos orejas.

La ligazón y la firmeza de plantas presidieron lo realizado por Víctor Hernández en el tercero, un ejemplar encastado de El Pilar que no tuvo clase en los dos primeros tercios, pero que se centró una vez su matador -que reaparecía de una cornada- ocupó la arena en solitario.

Tanto en el notable saludo a la verónica como en la faena de muleta del torero alcarreño hubo verdad y verticalidad sin aspavientos, paseando las dos orejas que le abrieron ya en su primero la puerta grande Iván Fandiño.

En el sexto la faena de Hernández fue de más a menos. Mejor en el inicio por el pitón derecho, pero bajando el nivel por el izquierdo por menor colaboración del de García Jiménez, que pasó por allí sin excesivo celo. Pinchó feamente en el primer intento, pero lo arregló parcialmente en el segundo, dando por concluido el festejo con una oreja en su mano.

FICHA:

Plaza de toros de Guadalajara. Tercer festejo de feria. Corrida de toros. Casi tres cuartos de entrada.

Se lidiaron cuatro toros de El Pilar (primero, segundo, tercero y quinto), y dos de García Jiménez (cuarto y sexto), bien presentados. Primero sin pasar y con peligro. Segundo manejable y noble pero falto de chispa. Bueno el tercero. Extraordinarios cuarto y quinto, ovacionados en el arrastre, aunque bien podrían haber sido premiados con la vuelta al ruedo. Manejable el sexto.

El Fandi (de blanco y oro con remates en negro): media estocada baja (silencio); estocada casi entera caída y trasera (dos orejas con aviso).

Miguel Ángel Perera (de azul marino y oro): estocada entera arriba (oreja); pinchazo y estocada entera desprendida (dos orejas).

Víctor Hernández (de blanco y oro): casi entera algo delantera (dos orejas); pinchazo muy bajo y trasero y más de media desprendida (oreja).

Marcos Prieto y Diego Valladar saludaron tras banderillear al sexto.

Los tres matadores salieron a hombros.

J.C.S./fp

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