Irun (Gipuzkoa), 14 sep (EFE).- El Bidasoa- Irun comienza en casa del recién ascendido Villa de Aranda la defensa del subcampeonato conseguido la pasada temporada, la meta más alta a la que puede aspirar un equipo Asobal que compite con el imbatible Barcelona.
El debut en el primer encuentro oficial de la temporada del nuevo técnico del conjunto guipuzcoano, Álex Mozas, después de una pretemporada en la que su equipo no ha conocido la derrota, será en una de las canchas que se presumen calientes por la gran afición arandina y no será fácil para Bidasoa sobreponerse al ambiente especial que se vive en la localidad burgalesa.
Los irundarras, tras un año memorable que les permitirá competir en la Liga Europea, se presentan en el Santiago Manguán con pocas novedades y muchos lesionados que van a poner a prueba la profundidad de su banquillo con el salto adelante de los jóvenes talentos que atesora su plantilla.
Pierden prácticamente para toda la temporada al lateral Tito Díaz por una grave lesión de rodilla, pero es que la primera línea también está limitada con la ausencia por una luxación de hombro de Gorka Nieto. Además, Asier Iribar lo tiene casi imposible por una fractura de nariz.
Los bidasotarras se movieron rápido en los despachos para acercar a Irun al griego Theodoro Boskos, que conoce bien la máxima categoría del balonmano nacional tras tres años en España y los juniors de oro Eneko Furundarena y Julen Mujika tienen ahora el momento de poner al servicio del Bidasoa todo el potencial que atesoran.
El pivote serbio Marco Jevtic y el central brasileño Pedro Pacheco se perdieron el último amistoso el pasado sábado contra Balonmano Huesca por molestias, pero podrían llegar a este partido que inaugura una temporada en la que el Bidasoa aspira a seguir creciendo y a poner las cosas difíciles al Barcelona como hizo en la pasada campaña. EFE
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