Rotundas actuaciones de Emilio de Justo y Fernando Adrián en la sexta de Albacete

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Madrid, 13 sep (EFE).- Una interesante corrida de La Quinta permitió la salida a hombros de dos toreros en sazón como Emilio de Justo y Fernando Adrián, quienes unieron garra y buen toreo, con un Miguel Ángel Perera en profesional que se fue de vacío.

La faena de Miguel Ángel Perera al primero de la tarde resultó impecable en lo técnico y algo fría en su acogida. Es lo que tiene la suficiencia, que cuesta que cale hondo en los tendidos, y más si se suma que era el primero.

El extremeño pasó al noble y manejable ejemplar de La Quinta con limpieza por los dos pitones, destacando una sobresaliente tanda al natural. Todo ello sin alardes estéticos, emborronando su actuación con el estoque. Y poco pudo rascar Perera en el cuarto, al que le faltó celo en sus acometidas. Abrevió sin acierto a la hora de matar.

El astifino segundo tuvo una embestida mexicana; humillada y fija, aunque le faltó un tranco más para hacerla redonda. Emilio de Justo lo saludó con buenas verónicas, y en el último tercio cuajó una faena deletreada por momentos, absolutamente sutil en los toques y a cámara lenta en el trazo, sobre todo en las tandas al natural.

Sin embargo la suavidad anterior se vio forzosamente sustituida por toques menos sutiles por la molestia del viento mediada la faena. Se le pidió con timidez una segunda oreja no concedida.

Soberbio fue el recibo de Emilio de Justo a la verónica al quinto, con cuatro lances por el pitón derecho extraordinarios, dando el pecho y conduciendo las acometidas con gran empaque, quitando posteriormente por arrebujadas chicuelinas con las que brevemente sonó la música.

Abraham Neiro con los palos y Morenito de Arles con el capote preludiaron una vibrante faena del torero de Torrejoncillo, de inicio soberbio doblándose con el de La Quinta. Hubo garbo, variedad, gusto, emoción y medida en el trasteo del extremeño, que mató de irreprochable estocada.

Las dos orejas fueron para De Justo y una gran ovación para el de La Quinta, al que no se le concedió la vuelta al ruedo por salir algo distraído de la suerte a veces, y amagar con querer irse a chiqueros otras.

El trasteo de Fernando Adrián al sosito tercero deambulaba por el precipicio de la indiferencia por la condición del toro y por la incomodidad del viento reinante, que impidió el lucimiento con el capote. Sin embargo, una rotunda tanda al natural despertó los ánimos, tanto del público como del propio torero, que a partir de ese momento metió los riñones y sintió las embestidas en su muleta.

A continuación surgió otra tanda ligada e intensa de derechazos, rematando por estatuarios y pases cambiados por la espalda que mantuvieron la mecha encendida. Y coronó su medida actuación con una buena estocada arriba. A pesar de la petición de segunda oreja, el premio quedó en singular.

El sexto hizo cosas poco halagüeñas en los primeros tercios, pero en el último rompió a embestir a la muleta de Fernando Adrián, que no invirtió tiempo en probaturas. Apostó desde el principio por la mano derecha, en tres series de gran calado, si bien el de La Quinta perdió inercia, sobre todo al coger la muleta con la mano izquierda, forzando al madrileño a abreviar y rubricar su decidida actuación con otra gran estocada, siéndole concedida una oreja de peso que le abrió la puerta grande, atravesada junto a Emilio de Justo.

FICHA: Plaza de toros de Albacete. Sexto festejo de feria. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada.

Se lidiaron seis toros de La Quinta, bien presentados. Primero noble y manejable. Segundo de gran calidad aunque justo de fuerza. Tercero noble. Falto de entrega el cuarto. De gran clase el quinto, ovacionado en el arrastre. Encastado el sexto.

Miguel Ángel Perera (de marfil y oro): pinchazo, media estocada arriba y estocada entera caída (ovación con saludos tras aviso); media estocada sin soltar en el número y estocada casi entera desprendida (silencio).

Emilio de Justo (de caldero y oro): pinchazo y estocada entera desprendida (ovación con saludos); gran estocada entera arriba (dos orejas).

Fernando Adrián, que debutaba en esta plaza (de blanco y oro): estocada entera arriba (oreja con petición de la segunda); estocada entera arriba (oreja).

Abraham Neiro y José Manuel Valcarce saludaron tras banderillear al quinto.

Emilio de Justo y Fernando Adrián salieron a hombros. EFE

jcs/jdm

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