El Gobierno trata de mostrar optimismo respecto a la viabilidad de la legislatura a pesar que ya ha cosechado algunas derrotas parlamentarias en el primer pleno tras las vacaciones y consideran que todavía hay tiempo para aprobar la senda de déficit, paso previo para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE). La clave para alcanzar la mayoría pasa por Junts y, aunque en la víspera la portavoz Miriam Nogueras, aseguró que volverán a rechazar la senda de estabilidad porque el acuerdo de financiación entre PSOE y ERC no cumple sus expectativas, fuentes del Gobierno no tiran la toalla y achacan esta posición a la contra al proceso congresual que Junts afronta este otoño. En el Ejecutivo también restan importancia a que el exdirigente socialista José Luis Ábalos, ahora en el Grupo Mixto, haya consumado su advertencia y haya empezado a votar por libre en el Congreso de los Diputados. Así, se muestran convencidos de que en las votaciones importantes lo hará junto al PSOE porque es "un hombre de partido". NO LO CONSIDERAN UNA AMENAZA Los de Carles Puigdemont ya tumbaron la senda de déficit en una primera votación este verano y posteriormente vino el acuerdo entre el PSOE y ERC para una financiación singular de Cataluña. Los republicanos lo consideran un concierto económico similar al de País Vasco y Navarra, el Ejecutivo todavía no da detalles al respecto y desde Junts lo desdeñan. Este miércoles en el primer Pleno del Congreso de los Diputados tras el parón estival, Nogueras afirmó que ese acuerdo no es un "concierto económico ni nada que se le parezca" y que tampoco da a Cataluña ni "el poder" ni la "llave de la caja" y, por todo ello, avanzó que sus siete diputados tienen intención de volver a rechazar la senda de déficit que aprobó por segunda vez el Gobierno. Pese a todo, en el Ejecutivo no ven estas palabras como una amenaza e indican que aún hay tiempo para sacar adelante las votaciones necesarias para tener nuevas cuentas públicas en 2025. "Ya veremos", señalan. No obstante, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dejado claro que tiene la intención de agotar la legislatura independientemente de lo que haga el Poder Legislativo. SIGUEN LAS CONVERSACIONES CON JUNTS Si no consigue la mayoría parlamentaria para aprobar PGE en 2025, tendría que volver a prorrogar presupuestos, igual que hizo este año, cuando el Ejecutivo renunció a aprobarlos por el adelanto electoral en Cataluña. En aquel momento dijo que se centraba en elaborar las cuentas para 2025, pero ahora están en el aire los respaldos para que sean una realidad. En el Gobierno no se dan por vencidos, aunque admiten la dificultad de atraer a Junts. Las conversaciones con los de Puigdemont continúan, pero, según las fuentes del Consejo de Ministros consultadas, discurren en el mismo tono discrepante que se aprecia en público. Hay malestar en las filas de Puigdemont por el acuerdo entre PSOE y ERC que desbloqueó la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat y dejó a Junts al margen. En la tensión también influye el congreso que afrontan este otoño en el que deberán renovar sus liderazgos y marcar la estrategia a seguir en la que destaca un punto: si seguir apoyando al Gobierno de Sánchez en el Congreso de los Diputados o retirarle el respaldo. ÁBALOS SE DESMARCA SOBRE VENEZUELA Y CATALUÑA Respecto a Ábalos, el Gobierno dice estar tranquilo y se muestra convencido de que en las votaciones clave, el exnúmero tres del partido votará en la misma línea que el PSOE después de que este aprovechar el primer Pleno tras el verano para empezar a marcar distancias con su antiguo partido. Ábalos ha votado distinto del Grupo Socialista en asuntos relevantes, por ejemplo, se ha abstenido en sendas propuestas del PP para el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela y contra la financiación singular para Cataluña. A finales de agosto Ábalos, que pasó al Grupo Mixto tras ser apartado por la dirección del PSOE tras la detención de su asesor, Koldo García Izaguirre, volvió a evidenciar su malestar con la auditoría del Ministerio de Transportes sobre el llamado 'caso Koldo' y ya avanzó que iba a empezar a votar en conciencia en el Congreso, abriendo así la puerta a dejar de apoyar al PSOE y a no hacer "seguidismo" de sus excompañeros. El exministro no ha dejado pasar la oportunidad de marcar distancias ya en la primera sesión plenaria, en la que ha votado tres veces distinto de la bancada socialista. Este martes ya se abstuvo en la votación de toma en consideración de una reforma electoral propuesta por el PP para que los independentistas no puedan presentarse con papeletas distintas en las europeas dependiendo de la comunidad autónoma. El PSOE votó en contra. Y lo mismo ha sucedido este miércoles en las votaciones relativas a Venezuela y la financiación catalana, dos propuestas que los socialistas han rechazado pero ante las que se ha abstenido que el que fuera número tres del partido.