El BCE baja los tipos un cuarto de punto, pero recorta sus previsiones de crecimiento

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Fráncfort (Alemania), 12 sep (EFECOM).- El Banco Central Europeo (BCE) bajó este jueves el tipo de interés de referencia en un cuarto de punto, hasta el 3,5 %, en el que es su segundo recorte del año y el nivel más bajo desde junio de 2023, al tiempo que redujo levemente las previsiones de crecimiento para los próximos tres ejercicios.

El Consejo de Gobierno, que se ha reunido en Fráncfort (Alemania), recortó en 0,25 puntos la tasa de facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día y es su nuevo tipo de referencia-, hasta el 3,5 %.

Las operaciones principales de financiación (OPF) -las inyecciones semanales de crédito- y la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día- se situarán en el 3,65 % y el 3,9 %, respectivamente, tras introducir el BCE un ajuste técnico.

Aunque en España el foco se había puesto hasta ahora en el tipo OPF, este ha perdido relevancia en el contexto de superávit de reservas actual, en el que los bancos depositan su exceso de liquidez en el organismo, lo que hace que la rentabilidad que pagan las entidades financieras, es decir, la facilidad de depósito, sea el tipo de referencia para la política monetaria.

En la rueda de prensa posterior a la reunión, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, consideró que había sido "perfectamente apropiado moderar la política monetaria" dado el gradual descenso de la inflación y confirmó que la decisión se había tomado por unanimidad.

Según explicó, pese a que la inflación interna sigue siendo "resistente, persistente y no satisface", las presiones sobre los costes laborales se están moderando y los beneficios están amortiguando parcialmente el impacto de los salarios; al tiempo que las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas y la actividad económica es aún contenida.

En cualquier caso, Lagarde evitó comprometerse con una senda de recortes concreta e insistió en que ésta seguirá dependiendo de los datos, decidirán reunión a reunión y mantendrán los tipos "en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario" para alcanzar el objetivo del 2 %.

"Qué será, será", se animó Lagarde en español al ser preguntada sobre su próxima reunión en octubre, antes de destacar que solo hay seis semanas hasta que se produzca, lo que es un periodo "relativamente corto".

"Repetimos otra vez que seguiremos dependiendo de los datos y esto está particularmente justificado en vista de la incertidumbre. Decidiremos reunión a reunión y el camino, cuya dirección es bastante obviamente un camino de bajada, no está predeterminado ni en su secuencia, ni en su volumen", afirmó.

Además, advirtió de que, aunque se produzca una posible bajada de la inflación en septiembre, repuntará a finales de año; y recordó que no es el único indicador que analiza la institución para tomar sus decisiones.

Junto con la decisión de tipos, el BCE publicó sus previsiones macroeconómicas actualizadas, en las que recortó en una décima, al 0,8 %, el crecimiento previsto para la eurozona en 2024; así como para 2025 y 2026, años en los que espera avances del 1,3 % y del 1,5 %, respectivamente.

En este sentido, Lagarde afirmó que la recuperación sigue enfrentándose "a algunos vientos en contra", pero se consolidará con el tiempo a medida que el aumento de los ingresos reales permita a los hogares consumir más.

Las previsiones de inflación se mantuvieron igual que en junio -en el 2,5 % para 2024, el 2,2 % para 2025 y el 1,9 % para 2026-, lo que supondrá alcanzar en 2026 el objetivo de estabilidad de precios que guía la política de la entidad.

La inflación interanual en la eurozona se redujo cuatro décimas en agosto, hasta el 2,2 %, su nivel más bajo desde julio de 2021; mientras que el PIB aumentó un 0,2 % en el segundo trimestre de 2024, una décima menos con respecto a los tres primeros meses del año.

La reunión de este jueves también supuso el estreno en Fráncfort del nuevo gobernador del Banco de España (BdE), José Luis Escrivá, después de que tomara posesión de su cargo el pasado 6 de septiembre en plena polémica por su nombramiento.

Un primer encuentro en el que Escrivá hizo "aportaciones muy útiles", en palabras de Lagarde, quien le pidió que tuviera una dimensión europea en un proceso que espera sea "productivo y agradable" para él y para todo el grupo de gobernadores.

"Como otros gobernadores, ha hecho aportaciones muy útiles. Espero que, como cualquier otro, siga no solo dando sus puntos de vistas personales, que pueden estar marcados por la situación española, sino que tenga las dimensiones europeas que tienen otros gobernadores que se sientan a la mesa del consejo", aseguró. EFECOMCOM

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