Madrid, 10 sep (EFE).- Un nuevo tratamiento terapéutico aprobado en España mejora la supervivencia de pacientes de linfoma de células del manto, un cáncer de los linfocitos B (un tipo de glóbulo blanco) agresivo y poco frecuente que, en nuestro país, representa aproximadamente el 5 % de todos los linfomas no Hodgkin (LNH).
La mediana de edad al diagnóstico está cerca de los 68 años y es cuatro veces más frecuente en hombres y, a nivel global, 200.000 personas son diagnosticadas cada año con este linfoma según datos de la Organización Nacional de Enfermedades Raras (NORD, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
El coordinador de la Unidad de Linfomas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Raúl Córdoba, ha explicado a EFE que el nuevo tratamiento tiene un mecanismo de acción diferente y que va a tener “menos riesgo de inducir mutaciones de resistencia”.
Este medicamento oral, desarrollado por la farmacéutica Lilly, se une a la proteína BTK para inhibir y bloquear la multiplicación de células cancerosas en quienes han sufrido una recaída durante el tratamiento y que habían sido tratados con inmunoquinoterapia y la primera generación de inhibidores de BTK.
Para el director del área médica de Lilly Oncología, Alejo Cassinello, el nuevo tratamiento ofrece una alternativa terapéutica en quienes “se estaban agotando” las anteriores opciones médicas y supone ofrecer “mejores expectativas” de vida, como refleja que, en el estudio clínico, “más de la mitad de los pacientes que han recibido este fármaco están respondiendo y han podido controlar su enfermedad”.
Esta patología se desarrolla en partes del cuerpo como los ganglios linfáticos, la médula ósea, el hígado o el tracto digestivo, y los síntomas pueden ser dolor de cabeza, fatiga o falta de apetito.
La tasa de supervivencia general con otros tratamientos se encuentra entre los 1,4 y 8,4 meses, mientras que en el estudio realizado por Lilly -compañía que colabora con EFE en la difusión de este contenido- se sitúa en casi dos años.
La investigación contó con 773 personas, 90 de los cuales (con una media de edad de 70 años y mayoritariamente hombres) recibieron la terapia después de haber interrumpido un tratamiento anterior por la progresión de la enfermedad o por mostrar intolerancia, y casi el 75 % de los participantes vieron reducido su tumor.
La hematóloga en la Unidad de Linfomas del Servicio de Hematología del Hospital Vall D’Hebron de Barcelona, Ana Marín, ha subrayado que los pacientes admiten “muy bien” el nuevo tratamiento: “Para los médicos, cada oportunidad que tengan de un nuevo tratamiento eficaz y bien tolerado es un avance más”, pues es fundamental “recuperar el control de la enfermedad y sobre todo su buena calidad de vida” ante una dolencia que no tiene cura en la actualidad. EFE
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