El exvicerrector de la UCM señaló al juez que la puntuación de Begoña Gómez como profesora del máster era “muy buena”

El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache, llamó a Juan Carlos Doadrio en 2020 para decirle que tenía que crear una cátedra para ella

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El ex-vicerrector de Planificación, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Juan Carlos Doadrio. (Eduardo Parra / Europa Press)
El ex-vicerrector de Planificación, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Juan Carlos Doadrio. (Eduardo Parra / Europa Press)

El que fuera vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Juan Carlos Doadrio, señaló en su declaración ante el juez que investiga a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, que antes de dar luz verde a la cátedra propuesta por ella se controló su experiencia previa y su cualificación, y se vio que “había dado ya un máster”, que la puntuación era “muy buena” y que “tenía relaciones con las empresas”, algo que iba bien encaminado. Así lo explicó ante el juez en su testifical del pasado 19 de julio, cuando aclaró además que Begoña Gómez sí que podía impartir clases en el máster a pesar de no tener una titulación académica superior y que era “normal” que el rector propusiera personas para crear cátedras, con la salvedad de que “lo que tenía que tener era bien la documentación”.

En este sentido, incidió en que fue el rector de la UCM, Joaquín Goyache, quien le llamó en 2020 para decirle que tenía que crear una cátedra para ella: “Me llama el rector por teléfono (...) y me dice ‘tengo que crear una cátedra para Begoña Gómez, la mujer del presidente’”.

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Doadrio explicó que ahí fue cuando tuvo por primera vez noticia sobre la Cátedra de Transformación Social Competitiva que impulsaba Gómez, y que el rector le preguntó si tenía algún “inconveniente”, a lo que le contestó que “si venía la documentación bien, no tenía inconveniente”.

El magistrado, Juan Carlos Peinado, le preguntó entonces sobre si el rector le dio alguna razón para crear esa cátedra extraordinaria, pero el vicerrector aclaró que no hubo más explicación y que él tampoco las exigió. Tras esto, explicó que con Gómez no tuvo contacto personal hasta el día que firmaron el convenio, y que toda su relación fue por ‘mail’ para hablar de gestiones burocráticas para crear una cátedra extraordinaria.

Begoña Gómez recurre la decisión del juez de tomar declaración como testigo a Pedro Sánchez.

El profesor permanente

Al hilo, Doadrio recordó que analizó toda la documentación con la jefa de servicio -”fue muy rápido todo”- y que se percataron de que faltaba el nombre del profesor permanente, imprescindible en esos casos en los que el director es externo a la UCM. Se lo requirió a Goyache y éste le indicó que lo tenía, pero, a su juicio, “no debería ser así”.

Finalmente, explicó, decidieron indicar en la documentación que era necesario incluir ese profesor permanente para que no quedarán ellos como “culpables”. Por otro lado, el vicerrector aclaró que Gómez no cobraba emolumentos de la UCM por su labor pedagógica por la creación de la cátedra, a excepción de los que recibía por sus clases del máster. Y recordó que sí que le preguntó sobre la posibilidad de cobrar 15.000 euros por cada uno de los dos cursos que impartía (30.000 euros) -el tope era 15.000 euros-, y que tras consultar con asuntos económicos la respuesta fue negativa “por normas presupuestarias”.

* Información elaborada por Europa Press

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