Continúa la vista del Karar tras un mes de parón sin la declaración del testigo principal

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Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), 8 sep (EFE).- El juicio del alijo de 3.800 kilos de cocaína a bordo del buque MV Karar, en el que hay 28 procesados, se retomará el martes sin que se haya producido la declaración del principal testigo de la Fiscalía, un ex inspector jefe de Pontevedra que está de baja médica e investigado en Murcia por supuesta relación con el narcotráfico.

Este funcionario, al que se dirigían como 'Big Boss' o 'MacMillan', estuvo durante más de dos décadas vinculado al Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco) de Galicia y dirigió la investigación del Karar que concluyó con el arresto de Juan Carlos Santórum - señalado como jefe del grupo criminal- y de los otros 27 procesados, entre ellos su hermano y un funcionario de Aduanas al que sorprendieron con 368.000 euros en dos bolsas de plástico en Madrid.

Ante la proximidad de las nuevas sesiones de esta vista oral, por ahora en los juzgados de Pontevedra al estar ocupada la macrosala de la Ciudad de la Justicia de Vigo, la abogada penalista Carmen Ventoso, que defiende a ocho de los acusados, está convencida de que no hay forma solvente de relacionar a los que se sientan en el banquillo con la droga que portaba el remolcador.

"Leyendo lo que los medios de comunicación han publicado sobre el procedimiento de Murcia y lo que se le imputa (al ex inspector), podríamos preguntarnos si llegado el momento se ha tratado de cargar a mis patrocinados el Karar y punto", ha manifestado Ventoso a EFE.

El inicio del juicio fue "muy revelador"

A juicio de Ventoso, es "revelador" que todo sucediese según lo previsto. "Anunciamos antes de que sucediera, antes de entrar a juicio, que los marineros del Karar se iban a confesar culpables con la finalidad de obtener una rebaja de pena por parte del Ministerio Fiscal y así ha sucedido".

"Hemos visto cómo, preguntados por sus abogados, algunos deletreaban torpemente una palabra, que eran las supuestas coordenadas que se decía que estaban escritas en una nota supuestamente encontrada en una nave atribuida a los acusados", ha añadido. No obstante, al pedir que se exhibiese la misma para ver qué figuraba en ella, dijeron "que no estaba, que se había perdido".

Se trata de las coordenadas que presuntamente aparecieron anotadas en una nave inspeccionada y que supuestamente coincidían con las del puente del mando del buque, cuya carga, incautada, ha valorado el Ministerio Público en 127 millones de euros.

Así las cosas, esta letrada cuestiona abiertamente que la acusación pueda "apuntalarse" con un bidón del que "sin análisis" se dice que tenía gasolina o con una embarcación "trasladada a plena luz del día" de la que se indica que "se estaba ocultando".

También alude esta abogada al hecho de que las declaraciones de subordinados del ex inspector jefe sean todas ellas tras un biombo.

La petición de biombo

"Nunca en la Audiencia de Pontevedra se vio que todos, todos los testigos de la acusación, quieran un biombo para taparse. De ahí que alguna defensa se pregunte si el motivo es porque saben que están mintiendo, al decir que hicieron o vieron lo que no hicieron ni vieron, y no quieren que les pongan cara los acusados", comenta Ventoso.

La causa abierta en Murcia

A la espera de qué lo que depare la continuación de este juicio, en Murcia - tras levantarse el secreto sumarial de un caso que lleva el juzgado de instrucción número siete y que llevó a la detención del ex jefe de Pontevedra, que quedó en libertad provisional con retirada de pasaporte y prohibición de abandonar el territorio nacional-, la atención se centra en una trama que se habría enriquecido con envíos de droga a España a través del Atlántico.

Por los mismos hechos que este ex inspector gallego, fue arrestado el antiguo jefe de grupo de la Unidad contra la droga y el crimen organizado de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Murcia. Ambos por, supuestamente, relacionarse con el contacto de los narcos, el intermediario que ejercía de nexo, al que daban protección.

Tal y como aparece en el sumario al que EFE ha tenido acceso, le dejaban llegar a acuerdos con las bandas, permitían cargar la droga en Colombia, mandarla, y, una vez en España, satisfecho el pago, en operaciones policiales "ad hoc" se incautaría la mercancía durante el traslado antes de que llegase a los compradores. Ahí, se repartiría el dinero y no habría detenciones de narcos.

Lo importante era el dinero por adelantado y no arriesgarse a que la carga llegase a los destinatarios sin ese pago (que se canalizaba por criptomoneda) asegurado.

"No se va a hacer nada si no hay plata por delante, ya lo sabes", es una de las frases atribuidas al ex inspector de Pontevedra, que facilita al intermediario una serie de datos e incluso se preocupa por un "número identificativo" de un contenedor que le hace llegar, porque es "rastreable".

Solamente "quiere dinero, dinero, dinero; nada más que dinero"

Las relaciones parecen bastante fluidas, hasta que en un momento dado el nexo dice que el mando policial -cuyo domicilio en Cerdedo-Cotobade (Pontevedra) fue registrado- "solo quiere dinero, dinero, dinero; nada más que dinero, dinero".

En este caso de Murcia, el ex inspector tampoco ha declarado ni facilitado el pin para abrir los dos teléfonos que portaba al ser detenido. EFE

am/oli

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