Patricia Carro
Burgos, 7 sep (EFE).- Un “loco” defensor del formato físico, Mikel Erentxun volvería a la era analógica sin pensarlo dos veces, y si pudiera le daría puerta a los móviles, pero lo que de verdad le preocupa y hasta le da miedo es la inteligencia artificial (IA), que cada vez se acerca más a la inteligencia humana.
“Puedes hacer películas con actores muertos; puedes grabar una canción y hasta hacer un dueto con Johnny Cash, que lleva 20 años muerto. La inteligencia artificial escribe poemas y hace canciones. Es una locura”, afirma en una entrevista con EFE previa a su participación, este sábado, en el Festival Ebrovisión (Miranda de Ebro, Burgos).
Eso sí, no parece que esté todo perdido, pues el cantautor afincado en San Sebastián confía en que la IA no llegue a suplantar al ser humano, al menos en el plano creativo.
“La creatividad humana es inimitable, pero desde luego se está acercando mucho”, afirma, lo que hará más difícil que una IA suplante a un músico, pero siempre y cuando se enfrente a públicos exigentes; “el gran público, la juventud, no sé si sabrá apreciar ese pequeño matiz”, lamenta el que fuera vocalista de Duncan Dhu.
La tecnología seguirá cambiando nuestra forma de acercarnos a la música, la literatura o el arte, y si bien algunos afirman que plataformas y redes sociales han ayudado a democratizar la cultura, Erentxun no comparte esa afirmación.
“Si yo pudiera elegir daría a un botón nuclear y acabaría con el mundo digital y volvería a hace 20 años”, comenta con un toque de humor, y los móviles los borraría de la faz de la tierra: hay artistas que los suben al escenario y escriben mensajes mientras suena la música.
Evitando los excesos planea también su presencia en festivales, pero sin perder de vista los conciertos propios, las actuaciones en las pequeñas salas, que cada vez cuesta más llenar.
Los festivales están poniendo en valor la música en directo, que parecía que con las plataformas y las redes sociales iba a desaparecer y “está más fuerte que nunca”, asegura, pero “el agujero se nota en las pequeñas salas”.
“Cuesta más meter a 400 o 500 personas en una sala que a 15.000 en un festival”, o en macroconciertos como los de Taylor Swift; no hay festival que pinche, pero con las actuaciones un día haces un sold out y, al siguiente, la sala se queda medio vacía, reconoce.
Sin rechazar los festivales, “que está bien hacer unos cuantos, sobre todo los más atractivos, pero sin abusar”, el cantautor asegura que la burbuja festivalera acabará estallando pues hay demasiados y muchos repiten cartel.
“Para las bandas emergentes son un escaparate buenísimo, para las consagradas ya no tanto”, apunta tras considerar que algunos tienen una clara vocación musical y otros son acontecimientos sociales, lo que no es malo, solo diferente.
Con vocación musical está Ebrovisión, al que acudió el pasado año como invitado y que le encantó, por eso este año se ha sumado al cartel: “Es un festival más pequeño que a mí me gustan más porque me encuentro más cómodo”.
Tras Ebrovisión, continuará con la gira de ‘Septiembre’, su último trabajo discográfico, que le llevará en noviembre a América, poniendo punto y final al año de promoción antes de abordar sus próximos proyectos, que incluyen una gira, corta, por el 40 aniversario de Duncan Dhu.
Serán una serie de conciertos con el repertorio de la banda, pero “no va a ser Duncan Dhu porque no está Diego (Vasallo) y sin Diego no es Duncan Dhu”, ha insistido, aunque Erentxun sí quería celebrar que lleva 40 años en la música.
Para Navidad verá la luz un disco de villancicos, composiciones propias del artista con las que cumple con un proyecto que rondaba por su cabeza desde hace tiempo.
“Me hace mucha ilusión. Y es además un disco muy especial dentro de mi discografía porque es el número 30”, recuerda.
Entre unas citas y otras, Erentxun irá “rumiando” su próximo proyecto, del que ya prepara material, pero para el que habrá que esperar a 2026.
“No me gusta mirar tan adelante. Prefiero vivir el aquí y ahora. La vida es todo eso que ocurre mientras estamos planeando, pensando qué hacer”, sentencia Erentxun. EFE
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