Madrid, 6 sep (EFE).- Cuando a Luis de la Fuente se le preguntó, tras el empate sin goles en Belgrado ante Serbia que cortaba una racha de trece triunfos consecutivos en partidos oficiales, si era "un bajón para preocuparse", su cara habló con más claridad que su respuesta. España ya ha transitado el camino de un campeón, los planteamientos defensivos de los rivales y la motivación extra. Con jugadores con poco rodaje, el balance del punto fue positivo.
Venía España de la excelencia futbolística en la Eurocopa 2024. De eliminar en su camino a potencias mundiales como Alemania, en su casa, Francia o Inglaterra. Bajar, apenas 53 días después y con el mismo grupo de jugadores (no jugó ninguna de las seis novedades de la lista) el escalón de motivación a la Liga de Naciones tras un verano sin pretemporada, provocó momentos de incertidumbre de los que salió airosa. Pese a su falta de pegada.
El regreso de la selección española plasmó la importancia de sus dos capitanes. Un equipo partido por momentos en el primer acto sin Rodri Hernández en la medular, con espacios que aprovechó Serbia para rápidas transiciones que sorprendieron. Fabián y Dani Olmo no llegaron al repliegue por la falta de físico recién iniciado septiembre. Zubimendi no dio a basto.
Y una delantera sin Álvaro Morata de referencia, el futbolista que se deja todo en el campo cada partido para, más allá de si aporta remate o no en ese encuentro, fijar centrales, desgastarlos, abrir espacios, lanzar la presión.
Aunque España no perdió su identidad del éxito que evolucionó durante la Eurocopa. Un equipo de extremos que sigue encontrando en Lamine Yamal y Nico Williams sus grandes amenazas ofensivas. Los rivales ya los conocen. Han estudiado sus movimientos, las acciones de desborde y doblan ayudas en planteamientos defensivos. Aumentó la dureza para frenar a Yamal sin que nada amilane a un chico de 17 años que a medida que recibía más entradas, más pedía la pelota para volver a intentarlo.
Es un modelo de partido al que debe acostumbrarse España. Un escenario ya conocido que sufrió con su generación dorada. Sorprendió a todos con el estilo del toque por bandera en la Eurocopa 2008 y dos años después coronándose en el Mundial 2010. Sus éxitos provocó que fuese cual fuese el nombre del rival, renunciase a su identidad, entregase el balón y se parapetase en su terrenos para intentar castigar al contragolpe.
Lo que sufrieron los Xavi, Iniesta, Xabi Alonso, Sergio Busquets, David Silva, David Villa o Fernando Torres, lo sufrirán los jugadores ofensivos actuales que han devuelto a la selección española al éxito con las conquistas de la Liga de Naciones y Eurocopa de forma consecutiva. Mantener un estilo intocable, tener paciencia y seguridad de que el premio acabará llegando, será decisivo. En Belgrado le faltó puntería. Hasta 22 remates, cinco a puerta y dos grandes paradas de Predag Rajkovic. España se hizo merecedora del triunfo pero en el primer acto le faltó precisión en fase ofensiva y en el segundo puntería.
No igualó Luis de la Fuente el récord de catorce triunfos consecutivos de Vicente del Bosque en partidos oficiales. Se quedó en trece con el empate que, sin embargo, no le hace perder un registro mundial. Es el seleccionador con mejor porcentaje de victorias en la actualidad en todo el mundo.
Sin contar el día que ocupó el puesto de Luis Enrique de manera provisional por una situación de coronavirus en la absoluta siendo el responsable de la sub-21, cuando goleó 4-0 a Lituania en un amistoso, De la Fuente ya ha dirigido como seleccionador 22 partidos y ha logrado 18 triunfos. Un 81,82% de sus encuentros han acabado con triunfos, ya con dos títulos en su historial.
Sus números mejoran a los de Roberto Martínez con Portugal (16 triunfos en 21 partidos, el 76,19%), los de Néstor Lorenzo en Colombia (20 de 27 partidos, el 74,07%) o Lionel Scaloni, campeón del mundo con Argentina (56 en 78 duelos con un 71,79% de triunfos)
De la Fuente era consciente de la dificultad del regreso tras el éxito. Apeló al aspecto emocional poniendo un vídeo a sus jugadores de todos los momentos buenos de una Eurocopa tan reciente y en el campo, se topó con una realidad física difícil de superar. Recién empezada la temporada, los internacionales que acabaron el, curso pasado el 14 de julio y no han tenido más de una semana de pretemporada, van ganando la forma a base de partidos.
Por eso no forzará el domingo ante Suiza al que vea más justo. Apostará por rotaciones con caras nuevas en un equipo titular para el que ya puede regresar Rodri Hernández, lejos de un buen tono físico tras caer lesionado en la final de la Eurocopa y sin haber aún disputado un solo minuto con el Manchester City. Se esperan minutos para los nuevos, Pepelu y Óscar Mingueza, y la presencia de inicio de jugadores como Dani Vivian, Pedri o Ferran Torres.
No habrá tiempo para ensayos en entrenamientos. Uno con todo el grupo tras la recuperación del viernes y el vuelo de Belgrado a Ginebra donde espera Suiza. El objetivo está claro, el reencuentro con el triunfo para no rebajar la euforia e iniciar con firmeza el inicio de defensa de corona en la Liga de Naciones.
Roberto Morales