Rafael Martínez
Madrid, 3 sep (EFE).- No entraba en las quinielas, pero la magistrada del Supremo Isabel Perelló ha roto el último techo de cristal de una mujer en la Justicia al convertirse en la primera presidenta del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, por encima de todas las favoritas.
Perelló (1958), especialista en contencioso administrativo, ha sido la candidata de consenso, aquella que ha logrado poner de acuerdo tras un mes de bloqueo a progresistas y conservadores, que por vez primera debían elegir la presidencia al margen de los partidos.
Por eso, para los conservadores, no ha pesado en su contra su afiliación a la progresista Jueces y Juezas para la Democracia y sí el ser una magistrada reconocida, respetada y con experiencia pero al mismo tiempo nada mediática y ajena a los grandes titulares, algo que sí ocurría con las principales favoritas, Pilar Teso y Ana Ferrer.
No obstante, su nombre saltó a los medios cuando en 2014, junto a Celsa Pico y la actual ministra de Defensa, Margarita Robles, firmó una carta dirigida al entonces presidente del Consejo, Carlos Lesmes, recriminándole su lenguaje sexista por dirigirse a los todos los magistrados del tribunal con el género masculino. "O solo se dirige a los hombres magistrados o no tiene en cuenta la Ley de Igualdad".
Magistrada de la Sala Tercera del Supremo desde 2009, Perelló está en la sección que se ocupa de supervisar órganos reguladores como la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España.
Ahora bien, una de sus sentencias más mediáticas tiene que ver con la política, pero por azar, ya que la tocó por ser miembro de la Sala de Vacaciones del alto tribunal en el verano de 2023.
Entonces fue la ponente de la sentencia que rechazó la petición del PSOE de revisar más de 30.000 votos nulos obtenidos en Madrid en las elecciones del 23-J, al considerar que la reclamación no cumplía con los requisitos para llevar a cabo el recuento solicitado.
Recientemente, el pasado mayo, fue la ponente que dio la razón a la Comunidad de Madrid y anuló las subvenciones directas de seis millones de euros del Ejecutivo a Extremadura, País Vasco y Comunidad Valenciana con cargo a fondos europeos, porque no se justificó suficientemente su concesión con respecto a otras regiones.
También destaca una en la que avaló el derecho de los afectados por la venta de unas 3.000 viviendas del Ivima a un fondo de inversión a impugnar la operación, al considerar que esta compra menoscababa la "protección social" de los propietarios.
Y otra en la que anuló una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que autorizó el desahucio de una familia vulnerable con dos menores, porque no se comprobaron las medidas de cautela necesarias para asegurar la debida protección de los niños.
Ha dictado sentencias en materias atribuidas a su sección tercera, como competencia, instalaciones de energías renovables, regulación eléctrica, órganos reguladores, contratos administrativos y seguridad social.
Isabel Perelló ingresó en la Carrera Judicial en 1985. Ha ocupado destinos en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Mahón (Menorca), en la Audiencia de Barcelona y en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
También sirvió en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (1991) y en la Audiencia Nacional (1994), tras lo cual pasó a ser letrada en el Tribunal Constitucional (1993-2003).
Casi 20 años después, en 2022 de cara a las vacantes del Tribunal Constitucional, Perelló fue una de las magistradas que junto a otros magistrados se ofrecieron para no paralizar el Tribunal de Garantías.
Ha participado en diversos cursos sobre derecho constitucional, derecho administrativo comparado, telecomunicaciones y jurisprudencia constitucional, así como en encuentros organizados por el Consejo General del Poder Judicial sobre deporte, regulación y justicia. EFE
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