La defensa de Pau Rigo, el anciano de Porreres (Mallorca) que mató a un ladrón que entró en su casa, ha presentado un nuevo escrito dirigido a la Audiencia Provincial en el que reitera la petición de la absolución incidiendo en la legítima defensa, ante la repetición del juicio con jurado popular prevista para principios de noviembre. El letrado Eduardo Valdivia ejerce ahora la defensa del octogenario y en su escrito hace especial hincapié en que tras entrar los dos encapuchados a su casa armados con patas de cabra y tratar de agredir al anciano cuando fueron sorprendidos en pleno robo, éste, al esquivar la agresión disparó en un gesto de defensa, pero sin ninguna intención de acabar con la vida del ladrón, a quien al no llevar las gafas puestas, ni siquiera alcanzaba a distinguir. Cabe recordar que el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ordenó repetir el juicio declarando nula la sentencia que absolvía al jubilado, al estimar un recurso de la Fiscalía. Los hechos que se juzgan tuvieron lugar en febrero de 2018 en una casa de campo en Porreres. Pau Rigo, de 78 años en aquel momento, afronta una acusación por homicidio por la muerte de uno de los atracadores. Durante el asalto --el segundo que sufría el matrimonio de ancianos en cuestión de meses, en una casa de campo aislada--, Rigo logró coger una escopeta de caza y disparó contra uno de ellos, que falleció. El juicio terminó con un veredicto que inicialmente se interpretó como condenatorio, pero tras detectar que no se había alcanzado la mayoría suficiente, se iniciaron una serie de recursos por los que finalmente la magistrada dictó la absolución. REDACCIÓN DEL CUESTIONARIO QUE SE ENTREGÓ AL JURADO La controversia vino de la redacción de una de las proposiciones del veredicto que se entregó al Jurado. Sus miembros descartaron por unanimidad que Rigo hubiera disparado con intención de causar la muerte al ladrón. El problema fue que, en otro punto posterior del veredicto, el Jurado apoyó por cinco votos frente a cuatro --lo cual no es suficiente para una condena-- que Rigo era culpable de matar al ladrón "estando sometido a una amenaza, real, seria e inminente que produjo una afectación grave de su entendimiento y una deficitaria dominación de su voluntad". La defensa de Rigo en aquel momento entendió que esa redacción iba dirigida a contemplar circunstancias atenuantes en caso de que se hubiera declarado probado previamente el homicidio, pero en cualquier caso, dado que no se alcanzó el número de votos necesarios para una condena, señalaba que la consecuencia sería una absolución. La sentencia posterior acogió ese argumento, y lo recurrió la Fiscalía. Finalmente, el TSJIB ordenó repetir el juicio.