El Herradón de Pinares (Ávila) revive la riada de 1999 que marcó su historia más reciente

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El Herradón de Pinares (Ávila), 1 sep (EFE).- Los vecinos de la localidad abulense de El Herradón de Pinares han revivido este domingo la riada que aquel 1 de septiembre de 1999 marcó su historia más reciente, dejando 'cicatrices' sentimentales y físicas que aún son visibles en un pueblo que aparece cambiado.

Lo han hecho con una misa en la iglesia de Santa María la Mayor antes de desplazarse hasta el ayuntamiento para descubrir una placa en recuerdo de quienes vivieron aquellas horas dramáticas y a las administraciones, entidades, colectivos y personas que contribuyeron a reconstruir el pueblo.

Para ello, los vecinos y la corporación, encabezada por el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Pozo, han atravesado el puente que se construyó sobre el arroyo Gaznata, que hace un cuarto de siglo se desbordó por la crecida, llevándose por delante una parte de El Herradón de Pinares.

Aquella riada no causó víctimas mortales en la localidad, pero sí la muerte de un hombre de 39 años y de dos hermanos, de 14 meses y dos años, en otros dos puntos de la provincia, como consecuencia de la crecida de los arroyos Cortos y Ciervos, respectivamente.

Aquel día aciago, que dividió este pueblo en dos partes debido a los estragos que causó la crecida del arroyo Gaznata, pervive en la memoria de muchos que este domingo han participado en los actos conmemorativos y han recordado aquellas imágenes en una exposición de fotografías que rememoran el estado en el que quedó El Herradón de Pinares.

Un pueblo de apenas medio centenar de habitantes en invierno, aunque con su anejo de La Cañada, situado a kilómetros de distancia y a mayor altitud, suma cerca de 500 vecinos.

El alcalde de ambos núcleos de población, Miguel Ángel Pozo, ha recordado a EFE cómo "la cicatriz" de aquellos hechos se mantiene aún visible, especialmente entre la gente mayor que, como ha sucedido en estos días tormentosos de finales del verano, miran al cielo con temor y "nerviosismo".

En este sentido, el regidor ha señalado que ante el cielo encapotado de estos días, los vecinos siguen preguntando si "viene el río grande", en referencia a si el arroyo Gaznata puede sufrir una nueva crecida.

"Los vecinos, especialmente los más mayores, siguen teniendo miedo", ha afirmado Pozo, quien señala que aquella tragedia sigue estando "aún muy dentro" de ellos, y la transmiten a los jóvenes que no sufrieron la riada, las consecuencias de la misma, tal y como refleja la exposición de fotografías y de algunos recortes de la prensa de la época.

Aunque el alcalde ha señalado que tras la crecida del Gaznata los vecinos "miraron para adelante", la riada "les arrebató parte de la esencia del pueblo" y de "la forma singular de vivir" en El Herradón de Pinares, pues muchas construcciones se vieron afectadas y destruidas.

De lo poco que resistió los efectos de la riada fue el puente romano, que aún sigue en pie con vigor, acompañado por otro puente de nueva construcción, levantado durante las tareas de reconstrucción que, entre otras cosas, sirvieron para encauzar el arroyo Gaznata, por el que este domingo apenas discurría un hilo de agua.

"Parece que fue ayer, pero hace 25 años desde que la fuerza de la naturaleza devastó este pueblo de la forma más cruel", ha señalado el alcalde a los vecinos, minutos antes de descubrir la placa conmemorativa, junto con el teniente de alcalde, Juan Manuel Berguío. EFE

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agg/pcr/ros

(foto)

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