David Ramiro
París, 31 ago (EFE).- París está considerada la 'ciudad del amor' y la capital francesa estará siempre ligada a la vida del triatleta español Lionel Morales y del jugador de bádminton brasileño Rogelio Júnior de Oliveira, ya que ambos aprovecharon su participación en los Juegos Paralímpicos para pedir matrimonio a sus respectivas parejas, recibiendo ambos un sí por respuesta.
Morales y Jessica Sartori comenzaron a salir en enero de 2020, en Costa Teguise (Lanzarote), lugar dónde vivían. Ella es italiana, trabaja en el hotel en el que él entrena la parte de gimnasio y la piscina y le gestionó un coche para irse a Italia a competir. Después comenzaron a seguirse en redes sociales y surgió el amor.
El canario, al que en 1997 le tuvieron que amputar la pierna izquierda tras un accidente de moto, aprovechó su estancia en la Villa Paralímpica de París para, rodeado de muchos compañeros y amigos, pedir matrimonio a su pareja.
Algo parecido ha ocurrido con el jugador de parabádminton Rogelio Júnior Xavier de Oliveira, que ha aprovechado su estancia en París para declararse a su novia, la también brasileña y jugadora de voleibol sentada Edwarda Dias de Olivera.
"Ella es el amor de mi vida y parte de todos mis sueños. Nadie lo sabía, sólo yo. Quería aprovechar este momento para pedirle que se casara conmigo porque ella ha sido una de las personas más importantes para que yo esté aquí hoy. Ella me motivó, me hizo creer y me mostró el camino correcto. Estoy muy feliz. Pedirle matrimonio en ese momento fue increíble para mí", dijo Oliveira, tras pedirle a su pareja que se casara con él.
Ellos dos no son los únicos que han pedido matrimonio a sus parejas en los Juegos. Hace un mes, en los Olímpicos, la judoca española Laura Martínez fue sorprendida por su novio, el también judoca Josean Aranda, con un anillo de compromiso en la mano, igual que el jugador argentino de balonmano Pablo Simonet, que sorprendió a su pareja Pilar Campoy, del equipo de hockey hierba. EFE
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