Superar a Michael Phelps, el nuevo reto de Teresa Perales

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David Ramiro

París, 27 ago (EFE).- "Voy a París con toda la emoción e ilusión del mundo". Así de tajante se muestra Teresa Perales cuando piensa en los Juegos Paralímpicos de París, a los que acude con el reto de añadir nuevas medallas a la colección de 27 que ya tiene para ampliar su palmarés y superar al estadounidense Michael Phelps, que ganó 28 en cuatro ediciones de los Olímpicos.

En los últimos Juegos Paralímpicos, los de Tokio 2020, Teresa Perales compitió con una luxación en su hombro izquierdo. Aun así logró subirse al podio para recoger una plata en los 50 espalda S5, su categoría habitual de competición desde Sydney 2000.

En los meses posteriores fue intervenida y empezó a nadar con un solo brazo, el derecho. Fue reclasificada a la clase S2 para ese nuevo modo de nadar pero en febrero de este 2024, en las Series Mundiales de Melbourne (Australia), tuvo que volver a ser examinada. Los jueces decidieron que subiría de categoría, a las S3, algo con lo que tanto la nadadora como el Comité Paralímpico Español y la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física, de la que depende, no estaban conformes.

Las reclamaciones provocaron que en abril, en Funchal, sede de los Europeos, la nadadora aragonesa volviese a pasar un proceso de clasificación con el objetivo de ser revisada de nuevo su discapacidad. El objetivo era volver a la clase S2 y así competir de igual a igual con nadadoras que lo hacen en condiciones similares a la suya. Lo consiguió.

En París, a sus 48 años, se la ve ilusionada. Lleva en su brazo izquierdo una férula negra en la que están grabados los nombres de las seis ciudades (Sydney, Atenas, Pekín, Londres, Río de Janeiro y Tokio) de los últimos seis Juegos Paralímpicos. En ellos ha conseguido la friolera cifra de 27 medallas, algo único, excepcional, que refleja el talento de la aragonesa sobre el agua pero también la ambición y la constancia de una nadadora inigualable.

Estos Juegos de París son especiales por todo lo que representan, por lo duro y complicado que ha sido este ciclo de preparación y porque en París, hace veinte años, su marido la pidió matrimonio en la Torre Eiffel.

En La Defense Arena, el impresionante recinto que acoge las competiciones de natación, con capacidad para 13.000 espectadores, nadará los 50 y 100 espalda S2 (su nueva categoría) y los 100 metros libre S3. El objetivo ganar una nueva medalla que se antoja complicada pero a la que no renuncia.

Son sus séptimos Juegos. "Siempre se me escapa alguien, Michael Phelps en medallas -suma 28- o José Manuel Ruiz (tenista de mesa español) que va a hacer su octava participación en unos Juegos, por eso siempre tengo buenas excusas para seguir compitiendo. Además, me encanta compartir con la gente de aquí".

En París estará arropada por los suyos, algo que no pudo decir en Tokio, en los llamados 'Juegos de la pandemia', que se celebraron sin público y con unas estrictas medidas de seguridad. El objetivo está claro aunque la principal medalla, la de la superación, la ha conseguido ya. Es una medalla que se une a esas 27 que ya tiene en Juegos Paralímpicos o a las 22 de los Mundiales. EFE

drl/og

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