Santiago José Sánchez
Barcelona, 23 ago (EFE).- JxCat baraja celebrar su congreso de finales de octubre en Calella (Barcelona), con la incógnita de si el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont podrá asistir a la cita presencialmente, según han explicado a EFE fuentes del partido.
El cónclave de JxCat tendrá lugar los días 26 y 27 de octubre y servirá no solo para actualizar las ponencias congresuales, sino también para renovar la dirección del partido y encontrar acomodo para Puigdemont, líder moral de la formación pero ahora sin cargo orgánico.
Para dar cabida a más de un millar de congresistas, JxCat busca un espacio en Calella. Un emplazamiento que gana enteros para albergar el evento en esta localidad de la comarca del Maresme es la fábrica Llobet-Guri, de titularidad municipal y que cuenta con salas anexas.
La ejecutiva de JxCat ha convocado a su consell nacional para el próximo 3 de septiembre, que se realizará de manera virtual a las 19.00 horas y en el que está previsto que se apruebe el reglamento que fijará el funcionamiento del congreso, en el que está trabajando el secretario general de Junts, Jordi Turull, y que hoy conocerá la permanente.
En el último congreso de JxCat, las dos grandes 'familias', representadas por los afines a Turull -con pasado en la antigua CDC- y Laura Borràs -independientes incorporados a raíz del 1-O- llegaron a un acuerdo para presentar una única lista a los puestos de dirección, que, sobre el papel, se repartieron al 50 %.
De cara a este congreso, en el que se espera que Puigdemont gane protagonismo orgánico, tampoco se prevén dos listas y, por tanto, es probable que surja una ejecutiva "plural" que reúna las distintas sensibilidades de Junts, según varias fuentes consultadas por EFE.
Ahora bien, el regreso fugaz de Puigdemont a Barcelona y su posterior huida generó desconcierto entre algunos cuadros dirigentes de JxCat, un malestar que no se verbaliza en público y que tampoco derivará en una lista alternativa, aunque sí podría traducirse en presiones para tener una ejecutiva más coral.
Si el axioma en estos últimos años para tratar de entender la organización interna de JxCat eran las 'familias', en este congreso, en el que Puigdemont será el protagonista, podría quedar relegado a un segundo plano.
En los últimos dos años se han producido movimientos a nivel interno, cambios de lealtades y nuevas afinidades, hasta el punto de que la disyuntiva 'borrasismo' vs 'turullismo' -a la que hay que añadir un sector solo fiel a Puigdemont- han quedado desdibujadas.
"Es una oportunidad para reordenar el partido y que se acabe el debate sobre el encaje. Que estemos todos y sigamos adelante", explica una voz de JxCat al corriente de la vida interna.
El congreso de octubre sí debe resolver qué papel desempeñará Borràs en la nueva ejecutiva del partido: ungida como presidenta de Junts en 2022 e inhabilitada para cargo público en mayo de 2023, ha ido perdiendo peso interno progresivamente y, si Puigdemont retoma la presidencia, queda por saber qué cargo ocupará.
En la carta a la militancia en la que anunció la convocatoria del cónclave, Turull hacía referencia a un "congreso de apertura" para construir "una alternativa transversal".
Este hecho, sumado a la crisis interna en la que está sumida ERC, que también celebrará su congreso en otoño, puede facilitar un acercamiento a figuras descontentas con el voto favorable de los republicanos a la investidura del socialista Salvador Illa.
"Tenemos el deber de hablar con gente de todo el entorno, no sólo de ERC", apunta una de las fuentes consultadas por EFE, que apuesta por aproximarse a otros perfiles de la órbita de partido pero que no han llegado a militar, como sería el entorno del expresident Quim Torra.
Sin embargo, otras voces adscritas al ala más pragmática del partido expresan dudas sobre un eventual acercamiento a los descontentos de ERC. EFE
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