Madrid, 22 ago (EFE).- Una urbanización desalojada, siete personas atendidas por inhalación de humo (entre ellas dos guardias civiles) y 250 hectáreas afectadas es el balance provisional de un incendio declarado en la tarde de este jueves en una zona de pastos en el término de Tres Cantos, al norte de Madrid capital.
La Comunidad de Madrid ha activado a media tarde la situación operativa 2 del Plan de Protección Civil contra incendios forestales regional (Infoma) y ha pedido a la Unidad Militar de Emergencias (UME) su colaboración para que envíe varios medios al terreno.
En la extinción del incendio, que ha empezado sobre las dos de la tarde y ha afectado ya a 250 hectáreas, principalmente de pastos pero también de arbolado, intervienen 30 dotaciones de Bomberos de la comunidad (4 medios aéreos y 26 terrestres), así como brigadas y agentes forestales, según ha indicado a EFE un portavoz de Emergencias 112 Comunidad de Madrid
La Guardia Civil ha desalojado de manera preventiva todas las viviendas de la urbanización El Rondelo de Colmenar Viejo, municipio colindante con Tres Cantos, y algunas de las casas se han visto afectadas por las llamas.
El puesto de mando de Bomberos de la Comunidad de Madrid se ha instalado en el recinto ferial de la localidad de Tres Cantos.
La dirección de la extinción ha solicitado la colaboración de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que ha facilitado una brigada helitransportada para colaborar en las tareas de control.
Sobre el terreno está trabajando además maquinaria pesada para ir creando un perímetro de seguridad.
El Servicio de Urgencia Médica de Madrid (Summa 112) ha atendido a siete personas con intoxicaciones leves por inhalación de humo, de las cuales cuatro son vecinos y tres guardias civiles. Dos de los vecinos atendidos, de 45 años y 55 años, han sido trasladados al hospital La Paz de Madrid, según Emergencias 112.
Las mismas fuentes han explicado que las labores de extinción están siendo complicadas por las rachas de viento cambiantes y la orografía del terreno. EFE
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