Madrid, 15 ago (EFE).- El MPOX, antes conocido como viruela del mono y al que la OMS ha vuelto a declarar emergencia de salud pública internacional, "no ha desaparecido en ningún momento de España", por eso "necesita" que las personas que mantienen prácticas sexuales de riesgo estrechen la prevención y se vacunen.
La segunda declaración de emergencia global que hace la OMS desde que estallara el brote en 2022 apenas va a cambiar la situación en España, salvo la de que se faciliten mecanismos con los que prepararse para prevenir su expansión y diagnosticarlo mejor, explica a EFE el vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), Javier Membrillo.
No obstante, debe ser ante todo una "llamada" para apoyar a los países afectados de África, que ya desde el lunes había declarado la emergencia continental ante los más de 15.000 contagios y 461 muertes producidas en 18 países en lo que va de año.
"Prepararnos solo en España ni va a proteger a España ni a ningún otro país de ninguna enfermedad infecciosa" como esta "si no ponemos el foco en el control de la epidemia en los países africanos que la están sufriendo, que no tienen medios para poder hacer una detección ni una vacunación suficiente", explica el también jefe de la Unidad NRBQ-Infecciosas del Hospital Gómez Ulla.
Un continente del que no hay que olvidar, añade, que los afectados y las autoridades ocultan el MPOX, una infección vinculada al estigma porque más del 95 % de los casos son hombres que tienen sexo con hombres (HSH).
"No podemos pretender cerrar los ojos y las fronteras de ningún país a día de hoy en un mundo con más de 1000 millones de viajes internacionales al año. Esto es planetario", zanja.
Actualmente circulan dos variantes de este virus, el clado II (anteriormente conocido como de África Occidental, que es el que está presente en España y Europa, menos grave, con una mortalidad en torno a un 1 %) y el clado I (antes de África Central), mucho más grave y con un 10 % de mortalidad aparejada.
La que ha desencadenado el actual brote en África es esta segunda variante más letal; el actual contexto de enorme movilidad internacional multiplica los riesgos de transmisión de un virus del que, al final, no existe un conocimiento amplio y que "potencialmente podría dar un número mayor de casos graves, hospitalizaciones, fallecimientos y secuelas permanentes".
Erupción cutánea, fiebre, dolor de garganta, de cabeza o de espalda, falta de energía y ganglios linfáticos inflamados son sus síntomas más frecuentes, que suelen comenzar una semana después de la exposición, pero pueden hacerlo pasados de 1 a 21 días, y suelen durar de 2 a 4 semanas.
Esta nueva emergencia global por MPOX pilla a España como el país europeo con más casos confirmados, un total de 8.104, de los que 264 se han notificado este año, un tercio de todos los nuevos positivos en Europa de 2024.
"MPOX no ha desaparecido en ningún momento en España; aunque no tenemos una tasa de contagios como la de 2022, seguimos viendo una transmisión lenta pero sostenida", recuerda Membrillo.
Que España sea el país europeo más afectado "es un fenómeno que tiene muchas explicaciones y muchas aristas sociológicas", aunque el experto recuerda que también se está dando una explosión de infecciones de transmisión sexual (ITS), entre otras cosas por el aumento de prácticas de riesgo como el 'chemsex'.
En cualquier caso, la declaración de la OMS debe servir también para que se vacunen los grupos diana, personas que mantienen relaciones sexuales sin protección, principalmente, aunque no exclusivamente, hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH) o con múltiples parejas sexuales, que practican sexo en grupo o que han pasado una ITS recientemente.
Un total de 40.610 personas están vacunadas frente al MPOX en España, según el registro nacional de vacunación Regvacu, pero solo la mitad (20.900) han completado la pauta, debido en buena parte a que al inicio del brote en 2022 había una disponibilidad limitada de vacunas y solo se pusieron la primera inyección de dos.
Ya la semana pasada, el Ministerio de Sanidad encomió a los grupos de riesgo a finalizar su inmunización. "Ahora mismo tenemos disponibilidad de estas vacunas y necesitamos que, sobre todo las personas que siguen conductas sexuales de riesgo, completen la vacunación, independientemente de cuándo se pusieron la primera", concluye Membrillo. EFE
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