Madrid, 12 ago (EFE).- El 5 % de los accidentes que se registran en las carreteras españolas están relacionados con la medicación de sus conductores y es que un 17 % de los automovilistas coge el coche bajo tratamiento farmacológico, según ha informado este lunes el Consejo General de Colegios Farmacéuticos.
Hasta 5.400 presentaciones de medicamentos comercializadas y disponibles en farmacias pueden generar efectos o interacciones que influyen en la capacidad de conducción, como somnolencia, visión borrosa, reducción de reflejos o mareos, además de afectar a la percepción de las distancias y provocar alteraciones auditivas.
Según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, los grupos de medicamentos que más efecto tienen en la conducción en sus diferentes presentaciones (comprimidos, cápsulas, jarabe o píldoras) son los hipnóticos, ansiolíticos, antidepresivos, fármacos para el tratamiento de la gripe o catarros, antialérgicos o antihistamínicos, antiepilépticos, contra el párkinson y frente a trastornos psicóticos.
El responsable del área de divulgación científica del consejo, Carlos Fernández Moriano, ha recordado a los automovilistas que los medicamentos con potencial de afectar a la conducción incluyen un pictograma en su envase y prospecto para su identificación.
Fernández Moriano también ha asegurado que tres de cada cuatro conductores que cogen el coche bajo tratamiento farmacológico reconoce no tener información suficiente sobre el efecto de la medicación.
Por ello ha instado a los conductores a que antes de tomar un fármaco lean el prospecto y comprueben si afecta a la conducción y qué precauciones hay que tomar en carretera.
A pesar de ello, este responsable del Colegio de Farmacéuticos ha subrayado que los medicamentos no siempre producen un efecto negativo en la conducción, "y si está bien tomado permite controlar la patología y mejorar la capacidad del paciente al conducir".
Para controlar los posibles efectos adversos, los farmacéuticos recomiendan evitar conducir al iniciar un tratamiento que potencialmente pueda disminuir reflejos o capacidad visual.
También advierten del consumo conjunto de varios medicamentos por el riesgo de que puedan interaccionar entre sí y provocar determinadas alteraciones en la salud y, por supuesto, instan a no consumir alcohol.
En cualquier caso, alertan de que cada situación debe ser valorada individualmente por un profesional sanitario, ya que un mismo medicamento podría no afectar a una persona y sí hacerlo a otra de forma significativa. EFE
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