Lille (Francia), 7 ago (EFE).- El seleccionador español de balonmano, Jordi Ribera, no pudo ocultar su satisfacción por la clasificación para las semifinales de los Juegos Olímpicos de París, tras imponerse este miércoles por 29-28 a Egipto, en un choque en el que los 'Hispanos' lograron forzar la prórroga con un arriesgado paso a un ataque con siete jugadores de campo.
"Era un cambio arriesgado, porque sabíamos que podíamos perder definitivamente el partido en un momento, porque el juego siete para seis exige mucho riesgo, pero sabíamos que teníamos que acercarnos en el marcador, porque la dinámica del partido podía cambiar y al final hemos logrado empatar y forzar la prórroga", señaló Ribera.
Un tiempo extra en el que el conjunto español supo, como aseguró Ribera, manejar mejor la tensión y alzarse finalmente con la victoria (29-28) y el pase a las semifinales con una parada final de Gonzalo Pérez de Vargas.
"Creo que a ellos les ha entrado un poquito las dudas, mientras que nosotros hemos sabido templar mejor la tensión y pese a que al final podría haber ocurrido cualquier cosa, hemos logrado la victoria con esa parada de Gonzalo en la última acción", aseguró el preparador español.
Un agónico triunfo que demuestra que este equipo, un grupo en plena construcción como siempre recalca Ribera, ha heredado el carácter irreductible y el espíritu de lucha que siempre ha caracterizado a los 'Hispanos'.
"Es un espíritu que se ha transmitido de generación a generación. Un espíritu que lleva siempre al equipo a luchar hasta el final sea quien sea los que jueguen o estén el banquillo. Ese gen lo hemos heredado todo y es lo que nos ha ayudado a conseguir tantos resultados", concluyó Ribera. EFE
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