DIA 10. Domingo de lágrimas. De la lesión de Carolina al disgusto de Alcaraz

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París,4 ago (EFE).- El oro de Novak Djokovic, tras vencer en la final a Carlos Alcaraz, y las lágrimas de dolor y rabia de Carolina Marín, aspirante a la cima olímpica antes de lesionarse de gravedad, forman parte de las cinco noticias de la jornada 10 de los JJOO París 24 -hasta 21 horas (CET)-.

La mejor versión de Novak Djokovic, la necesaria para sobrevivir al ciclón Carlos Alcaraz, apartó al español del camino hacia el oro y, por fin, le coronó como campeón olímpico, en París 2024, con una victoria por 7-6 (3) y 7-6 (2), en el único éxito grande que quedaba pendiente en su inigualable historial y que dejó a su rival a orillas de otro registro legendario.

Un partido de altísimo nivel entre los dos mejores del momento que realzó la ambición de un jugador que se resiste a descender del pedestal en el que le ha situado la historia ante un alumno aventajado, un privilegiado natural que apunta a deportista de leyenda.

El Djokovic más brillante, a lo campeón, cerró el círculo y enterró su obsesión olímpica. Ha sido tardía, pero llegó. El más veterano en disputar una final de unos Juegos, en lograr el oro, se sitúa entre los elegidos.

Ya tiene su Golden Slam. Los cuatro Grand Slam y la medalla dorada en unos Juegos. A la altura de Andre Agassi, Steffi Graf, Rafael Nadal y Serena Williams, presente en uno de los fondos de la pista Philippe Chatrier, cuya grada no disimuló su apoyo incondicional al serbio desde el principio hasta el final.

Fue, de paso, una revancha para Nole, sacado de la pista en el último cara a cara, hace menos de un mes, en Wimbledon. Entonces, Alcaraz logró ganar en tres sets, del tirón, y sumar su tercer triunfo contra el serbio en seis enfrentamientos disputados. Con esos números llegaron a la cita de París.

No hay objetivo que se resista, antes o después, al ganador de veinticuatro Grand Slam, que acudió a la cita con la lección aprendida y con el físico necesario para mantener el tipo ante un rival dieciséis años más joven.

El estadio parisino de La Chapelle pasó de la fiesta a la tragedia en solo un segundo: la española Carolina Marín, que dominaba con brillantez la segunda semifinal de bádminton ante la china Bing Jiao He, se cayó, se dobló la rodilla derecha y tuvo que abandonar el partido devastada por el dolor, rota por la rabia de perderse una final que ya acariciaba.

Marín mandaba en el marcador por 21-14 y 10-6 cuando se produjo el accidente. Corrió a por el volante y la pierna derecha no aguantó. Su manera de taparse la cara con las manos, sus gritos, su inmovilidad en el suelo indicaron que la lesión era seria.

La vida de Carolina Marín se resume este domingo en dos imágenes que le acompañarán toda su vida. Son parecidas, pero con mensajes opuestos. En clave olímpica, se pueden comparar las dos fotografías de la Agencia EFE. En las dos llora. Una, de inmensa alegría, porque acaba de ganar su medalla de oro olímpica en Río 2016. Postrada en el suelo, Carolina solloza, ante de darse un sentido abrazo con su entrenador de toda la vida, Fernando Rivas, que esboza una sonrisa de complicidad. Un retrato firmado por Esteban Biba.

La segunda imagen, la de hoy captada por Miguel Gutiérrez, es la foto que sacude el alma de público y deportistas, sea cual sea su nacionalidad. Ilustra otro tipo de lágrimas. De pesar, de impotencia, de rabia. Aquí también Fernando Rivas posa su frente en la espalda. No hay palabras. Rivas llora por dentro. Son muchas horas, muchos años de entrenamientos sin fin desde que Carolina, con 15 años, llegó de Huelva siendo una adolescente a Madrid.

Hay simetría en la visualización. Pero las señales que envían son antagónicas. La expresión emocional ayuda a Carolina Marín a desahogarse. De felicidad, como en los JJOO de Río.O de dolor como esta fatídica matinal de verano en París, cuando todo el estadio de La Chapelle vio recorrer un sudor frío al ver la grave lesión cuando iba seguro a por otra medalla de oro en París 2024.

Marín se dio cuenta enseguida de lo que ocurría. "Me he roto", le dijo rápido a Fernando Rivas. Conoce su cuerpo y las sensaciones de inmediato tenían mala pinta. Mandaba en el marcador por 21-14 y 10-6. El publico, puesto en pie, le tributó la ovación de los JJOO. El doctor Ripoll, un grande de la traumatología mundial, comenta que la decisión de Carolina de retirarse y no prolongar su presencia fue sabia. Podría haber agravado la lesión.

Carolina es patrimonio de España. Y todos los sectores de la sociedad se han volcado con su apoyo incondicional. Fue un mal día. Una jornada para el olvido. Y para la historia del deporte olímpico. Para su experiencia vital, quedan dos imágenes. Llorar de plenitud, de bienestar por el oro, como en los Juegos de Río con aquel oro. Y de pesar y sin consuelo con su adiós injusto y prematuro a los JJOO de París, cuando le esperaba el cénit. Dos imágenes, dos secuencias de vida.

El femenino de Nigeria hizo historia este domingo al convertirse en el primer equipo africano -tanto en competición de mujeres, como de hombres- que alcanza unos cuartos de final de un torneo olímpico de baloncesto.

Las nigerianas derrotaron a Canadá (70-79) en su tercer y último partido del grupo B de la fase previa de los Juegos de París 2024, disputado este domingo en el estadio Pierre Mauroy de Villeneuve d'Ascq, en las afueras de Lille. Y, como habían ganado su primer partido ante Australia (75-62), antes de perder con la anfitriona (64-75), aseguraron el pase a cuartos con su segunda victoria en el torneo.

Liderada de nuevo por Ezinne Kalu, base del Roma -que fue la máxima anotadora del partido, con 21 puntos- este domingo, después de irse al descanso con cuatro puntos de desventaja (41-37), efectuó una sensacional remontada en el tercer cuarto, que cerró, tras un parcial de 5-23, catorce puntos arriba: 46-60.

Y además, Kayla Nemour planta una pica en el mapa de África. Mientras que la gimnasia francesa se irá de los Juegos de París sin un solo podio, una chica de 17 años nacida en Francia y formada en Francia, Kayla Nemour, ganó este domingo para Argelia el oro en las barras asimétricas, primer medalla en este deporte de su país de adopción y de toda África.

Nemour, portento de este aparato, capaz de hacer elementos que nadie más intenta, ignoró la presión a la que estuvo sometida durante el reciente ciclo olímpico por desavenencias con la federación francesa y, tras ganarse su plaza olímpica como campeona de África, se colgó una medalla sin precedentes en los Juegos, el estreno de un continente entero.

 Cuatro partidos y cuatro victorias, este domingo ante Italia (11-13), que se jugaba la vida, pero el equipo de Miki Oca está un escalón por encima y se ha clasificado para cuartos de final del torneo olímpico femenino, donde le espera Canadá el próximo martes.

Fue un partido trabado, similar al jugado ante Grecia, en el que España jugó sin la exigencia del resultado, pero que a la hora de la verdad demostró su calidad y resolvió, esta vez gracias a la clase de sus lanzadoras, ya que entre Anni Espar, Elena Ruiz, Judith Forca y Bea Ortiz anotaron nueve de los trece goles.

Y eso que el partido se preveía plácido tras el 0-3 inicial, dos tantos en el primer cuarto, y el inicial de Maica García en el segundo cuarto.

Entonces fue el momento del aprovechamiento de superioridades por parte de las italianas que llegaron al descanso con una mínima diferencia de 4-5 ante la desesperación de Laura Ester, que defendió hoy durante todo el partido el marco español.

   España destronó a Bélgica en París y volverá a una semifinal olímpica después de 16 años, tras ganar la plata en Pekín 2008, con una victoria histórica (2-3) en cuartos de final que rompe muchos pronósticos, tras los goles de 'Chefo' Basterra, Marc Reyné y Marc Miralles, que forzaron dos veces a los belgas a remontar.

La resistencia de España aguantó hasta el final ante un equipo que intimida por físico, posesión y velocidad, y que se chocó con un grupo valiente y competitivo, capaz de quebrar la defensa belga para adelantarse dos veces y sentenciar con un golazo de penalti córner en el último cuarto.

El partido mantuvo el misterio hasta el último suspiro por una controvertida decisión arbitral que dio a Bélgica una opción de jugada con el tiempo cumplido y 2-3 para los españoles, que jugaron sin complejos de principio a fin.

El videoárbitro estimó dos reclamaciones de España contra dos penaltis córner para Bélgica; Basterra mandó una bola rozando el poste, pero Marc Reyné ajustó otra con toda el alma y Marc Miralles culminó un penalti córner de pizarra.

Hendricks, de penalti, aún pudo revivir a su equipo a dos minutos del final y la decisión arbitral con el tiempo cumplido todavía dio a los belgas una oportunidad de tiro que Luis Calzado desbarató para que España vuelva a una semifinal olímpica. EFE

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