Desangelada novillada en Las Ventas, solo para "toristas" y turistas

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Paco Aguado

Madrid, 4 ago (EFE).- La pobre programación agosteña de Las ventas arrancó hoy con la desangelada lidia de una descastada novillada del hierro de Dolores Aguirre, presenciada por un escaso público compuesto por una minoría de aficionados "toristas" y una parte mayoritaria de turistas, típicos de estas fechas de calor en la plaza de Madrid.

Los turistas no debieron llevarse la mejor impresión del espectáculo, pero menos aún los "toristas", que acudieron a la cita con una de sus ganaderías predilectas pero que, para su desilusión, soltó al amplio ruedo venteño un lote de utreros de no muy sobrada presencia y poco armados de pitones que, además, dieron un juego claramente descastado en todos los tercios.

Así las cosas, la terna de novilleros intentó sacar partido, sin apenas frutos visibles, de un encierro al que, incluidos los que tuvieron cierta movilidad, le faltó raza, celo, empuje y clase en el último tercio, desluciendo todos los esfuerzos con cortas o afligidas embestidas antes de desfondarse, que fue pronto.

Álvaro Seseña, el más placeado, tiró de oficio para intentar de distintas formas que los dos de su lote tomaran los engaños con algo más de recorrido, pero ni el mansote primero ni el desclasado cuarto respondieron mínimamente al largo empeño del novillero de Aranjuez, que desde que los recibió suave de capa siempre les buscó las vueltas y se lo puso fácil.

Jesús García tampoco tuvo enemigos para mucho más, pero le faltó un punto más de asiento y de decisión para haberse manejado con mayor soltura y ajuste ante las cortas arrancadas de uno y el vacío de casta del otro, que ya manseó descaradamente en el caballo de picar.

Las dos únicas ovaciones de la tarde se las llevó Jesús de la Calzada, que le puso al guiso un añadido más de fibra, contando con la "suerte" de haber enlotado los dos novillos de Aguirre que, aunque apenas fuera en una docena de arrancadas, se movieron y humillaron con un atisbo de bravura.

Al tercero, el de más finas hechuras del sexteto, le ligó los pases con ligereza y sin apreturas, para acabar adornándose con manoletinas previas a una estocada en la que resultó prendido, aunque sin resultar herido. Mientras que el sexto, aunque también manso en varas, le dejó hilvanar dos tandas estimables, la primera de ellas de rodillas, antes de afligirse y quedarse más pendiente de rajarse que de embestir.

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FICHA DEL FESTEJO:

Seis novillos de Dolores Aguirre, de discreta presencia, sin excesivo cuajo y con poca ofensividad de cabezas, que dieron un escasísimo juego por su general descastamiento, aunque algunos sacaran cierta movilidad engañosa por no ir acompañada de entrega ni de clase.

Álvaro Seseña, de negro y oro: pinchazo y estocada (silencio tras aviso); tres pinchazos y estocada (silencio).

Jesús García, de corinto y oro: media estocada delantera (silencio tras aviso); tres pinchazos y estocada baja trasera (silencio).

Jesús de la Calzada, de celeste y oro: metisaca, pinchazo y cuatro descabellos (ovación tras aviso); pinchazo y estocada (ovación).

Entre las cuadrillas, destacó la brega de Víctor Hugo con el manso quinto.

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por los matadores de toros Paco Camino y Pepe Luis Vázquez, fallecidos recientemente.

Novillada de abono, con una pobre entrada en Las Ventas (pocos más de 1.500 espectadores) en tarde muy calurosa.

EFE

pa/jsm

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