Germade: "De la pena de no ganar el oro a la alegría por la plata... es cosa de segundos"

Guardar

Nuevo

Natalia Arriaga

París, 2 ago (EFE).- ¿Se gana la plata o se pierde el oro? Rodrigo Germade lo tiene claro: se gana la plata. Y la decepción de no haber alcanzado el oro "se pasa en segundos".

"Tener una medalla olímpica es la leche", dice al piragüista gallego, subcampeón olímpico en Tokio 2020 con el K4 y que volverá a competir en parís 2024 en busca de dos medallas: de nuevo en el bote de cuatro y también en el K2.

Cuando recuerda su participación en los Juegos de Tokio, aún le parece "todo un poco raro". La pandemia de covid-19 hizo que todo fuese distinto a lo planificado.

"Gracias a Dios que fue en Japón. Nos sentimos muy bien acogidos desde el primer momento, nos hicieron todo mucho más fácil. No fueron unos Juegos al uso, pero ese carácter amable de los japoneses para mí suplió esa parte", comentó Germade al rememorar para EFE aquella cita.

"Fue una pena, porque los Juegos son nuestro escaparate. Estamos trabajando por y para eso. Y que tengas que vivirlo de esa manera tan descafeinada... fue triste", afirmó.

El K-4 que completaban Saúl Craviotto, Marcus Cooper y Carlos Arévalo comenzó su camino hacia el podio en las series del 6 de agosto de 2021, con una actuación sobresaliente: victoria, pase directo a la final y récord olímpico.

"En piragüismo influye mucho el viento. Era bueno, estaba favorable la pista. Y conseguimos hacer ese tiempazo. No importaba nada, pero a nosotros como equipo nos dio la visión de cómo estábamos y de que teníamos grandes posibilidades de hacer lo que veníamos a hacer", dijo Germade.

Al día siguiente llegó la esperada final. Alemania había superado a España en el anterior mundial y era el bote de referencia. Los dos kayaks palearían lado a lado, el español en la calle cuatro, el alemán en la cinco.

"Lo que recuerdo con más nitidez de la final es haberme colocado en el sistema de salida y sentir dentro que íbamos a ganar. Yo sentía que íbamos a ganar. Me sentí tranquilo por tener esa sensación. Sabía que pasaría lo que tuviera que pasar, obviamente es deporte, pero estaba tranquilo porque decía: estoy preparado y mi cuerpo lo está expresando", apuntó el deportista de Cangas.

"¿Qué pasa? Que luego todo eso se suma a una sensación de impotencia tremenda, porque ves que te están ganando y tú has preparado esa carrera a conciencia. Has hecho todo lo mejor que has podido, lo estás haciendo en ese mismo momento. Y notas cómo poco a poco, centímetro a centímetro, de manera muy lenta., te están pasando y que ya vas al límite de tus capacidades", señaló.

España iba por delante al paso de los 250 metros, pero solo con 0.29 de ventaja. A 100 metros de meta llegó el cambio de Alemania, que mantuvo el ritmo y alcanzó la llegada con 226 milésimas de margen sobre sus grandes rivales.

"Alemania si se caracteriza por ejecutar las estrategias al dedillo y nos tenían muy estudiados. Desde todo el ciclo. Y sabían que nuestra carrera iba a ser de marcar el ritmo. Y si quieres pasarme, pues demuéstralo. Lo sabían entonces. Quizás podría decirse que llegaron a ser un pelín más inteligentes o a gestionar un poquito mejor sus capacidades o sus fuerzas durante todo el 500. Pero realmente yo creo que ambas embarcaciones dimos lo mejor de nosotros, nuestra mejor versión, y ellos fueron mejores. Es deporte y, de perder, que sea así", indicó Germade.

Al cruzar la meta por detrás de los germanos, Craviotto golpeó el agua con rabia por el oro perdido.

A Germade, la desilusión de no haber ganado le duró "segundos".

"Tal cual. Yo crucé la meta y en dos segundos empecé a chocar la mano con los rivales. Me dije, tío, eres un subcampeón olímpico, tienes una medalla olímpica. ¿Qué más quieres? Sabes que es así y te das cuenta enseguida. Lo que pasa que somos deportistas de élite y tendemos a se exigentes, muy exigentes. Entonces, cuando la exigencia siempre es máxima, queda ahí ese resquemor. Pero es cuestión de segundos", aseguró, "luego vuelves a poner los pies en la tierra y dices, eh, tenemos una medalla. Que esto es la leche".

A la alegría por el podio se unió también según Germade, "la sensación de: ya está, han terminado estos cuatro años y ahora qué".

"Haces balance y siempre merece la pena", afirmó. "Todo lo que hay por el camino es súper valioso, ya no solo a nivel deportivo sino a nivel personal. Por todas las situaciones que pasas, superar adversidades, días difíciles, compaginarlo con familia, estudios, trabajo, lo que cualquiera puede tener...".

Germade considera aquella experiencia olímpica "enriquecedora a nivel personal".

"Estás luchando por una medalla para ti y para tu país. No hay nada más satisfactorio que eso", aseguró. EFE

nam/jag

Guardar

Nuevo