La alta inflación frena el turismo en Turquía: restaurantes vacíos y tiendas sin clientes

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Ilya U. Topper

Estambul, 1 ago (EFECOM).- La temporada alta del turismo en las costas de Turquía, donde solía predominar el "todo completo", flojea este año por la elevada inflación, que en junio se situó en el 71,6 % interanual, y que afecta sobre todo a los viajeros nacionales, que, incluso, prefieren ir a Grecia porque es más barato.

Ante este encarecimiento general en Turquía, el sector se encuentra con un entorno de restaurantes vacíos y tiendas sin apenas clientela.

El encarecimiento no se ha compensado por la caída de la lira, que se ha devaluado sólo un 17 % en un año y se mantiene casi estable desde marzo.

"El turista nota la diferencia al llegar. Con una inflación del 71 % y una devaluación de la lira del 17 % en un año, la subida efectiva en euros es del 40 %", calcula el analista turco Emre Deliveli en conversación con EFE.

"Quien antes iba a cenar tres veces por semana a un restaurante, ahora va una sola vez. Vienen menos turistas, pero sobre todo gastan menos, y en las redes sociales no paran de comentar lo caro que resulta todo", agrega Deliveli.

El año pasado los ingresos por turismo alcanzaron 54.000 millones de dólares, aproximadamente el 5 % del PIB de Turquía, en una tendencia de fuerte crecimiento tras el descalabro de la covid, pero queda por ver si este año la dinámica se mantiene.

El encarecimiento de la noche de hotel es moderado en el sector del "todo incluido", que vende sus paquetes a través de agencias de viaje y fija las tarifas en euros con un año de antelación, observa Deliveli, pero el gasto del turista se reduce de forma llamativa.

Aún no hay datos sobre el turismo de julio, pero varios hoteleros turcos han señalado a EFE que la bajada respecto al año pasado es fácil de observar, especialmente en el turismo local.

"En mi hotel en la región de Esmirna, donde tenemos sobre todo turismo turco, hay este verano la mitad de huéspedes que el año pasado. La razón principal es la crisis económica causada por la inflación en Turquía", asegura a EFE Özer Koçak, dueño de un hotel en Karaburun.

Ya en el primer trimestre del año, el número de turistas locales se redujo en un 4 %, y el de sus pernoctaciones, en un 12 %, respecto al mismo periodo de 2023, según el Instituto de Estadística turco (TÜIK).

Por otra parte, el TÜIK registra un aumento de visitantes extranjeros del 14 % para el primer semestre de 2024, respecto al año pasado, pasando de 14 a 16 millones.

Pero esa subida no puede extrapolarse a los dos meses de verano que concentran la mayor parte de los más de 50 millones anuales de turistas foráneos que visitan Turquía (51 millones en 2022 y 57 millones en 2023), principalmente rusos, alemanes, británicos, polacos e iraníes.

"Si el año pasado teníamos 100 turistas, ahora son 80. Y los turcos llegan ahora con tiendas y autocaravanas para no gastar en hotel", dice a EFE Mehmet Zorlu, dueño de un restaurante en Kas en la costa mediterránea, quien observa "un cambio en la calidad del turismo".

"Nuestras ventas para Turquía se han reducido respecto al año pasado y han aumentado las de viajes al extranjero, especialmente para los tours a las islas griegas. Es por la subida de precios de los hoteles turcos, superiores a los de Grecia", confirma a EFE el dueño de una agencia de viajes turcos que prefiere el anonimato.

Desde diciembre pasado los ciudadanos turcos pueden visitar 10 islas griegas con un visado de 7 días que cuesta 60 euros, lo que ha disparado estas visitas.

"Esta tendencia no importa en Antalya o Marmaris, donde el 90 % del turismo es extranjero, pero sí en la región de Esmirna, que vive del turismo local y tiene las islas griegas justo enfrente", observa Deliveli. EFECOM

iut/ll/ltm

(foto)

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