Garrigós recupera la gloria olímpica para el judo español; Laura Martínez la roza

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París, 27 jul (EFE).- La sequía de medallas españolas en el judo se detuvo 24 años más tarde en un lluvioso sábado 27 de julio en París, cuando Fran Garrigós impuso un waza-ari al georgiano Guiorgui Sardalashvili.

Laura Martínez, en la categoría -48 kilos, rozó en la misma jornada el laurel olímpico y terminó en el quinto puesto.

En el pabellón efímero de Campo de Marte, detrás de la Torre Eiffel, y con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, como espectador una parte de la jornada, Garrigós se quitó la espinita de Tokio, cuando se marchó a las primeras de cambio.

"Me sabe como si fuese oro (...) Una medalla en los Juegos Olímpicos es muy diferente. Puedes ganar 20 veces los campeonatos del mundo, pero al final una medalla en los Juegos para deportes menos mediáticos creo que es muy importante", opinó Garrigós (29 años) nada más consagrarse.

Apoyado por algunas decenas de españoles, a los que saludó al término del combate, el bronce que descorchó tiene un enorme valor simbólico. Primero para él, pues se planteó retirarse tras el revés en Tokio y luego para su país.

España, que acumula preseas en mundiales y europeos, no lograba una medalla en judo en unos Juegos desde que Isabel Fernández ganó la última presea, un oro en Sídney 2000.

Los Reyes de España y Pedro Sánchez no dudaron en dar la enhorabuena al judoca, quien fue campeón del mundo en Doha 2023.

"La constancia y el trabajo siempre dan sus frutos, y perseguir los sueños hasta alcanzarlos está en el ADN olímpico. Muy orgullosos", publicó la Casa del Rey en su cuenta de la red social X. Sánchez, por su parte, destacó en la misma red social que se trata de la primera medalla española en estos Juegos de París.

Hasta las semifinales en la categoría de -60 kilos, Garrigós sufrió para someter al belga Jorre Verstraeten (19º del mundo) por waza-ari, en los octavos, y al japonés Ryuju Nagayama (6º) por ippon por estrangulamiento. El nipón abandonó el tatami airado sin dar la mano al español, un gesto considerado antideportivo.

El podio de la categoría -60 de la jornada lo completaron el oro del kazajo Yeldos Smetov, quien se colgó su tercera medalla olímpica, el francés Luka Mkheidze, con una plata, y el japonés Ryuju Nagayama, con el otro bronce.

Laura Martínez tuvo una notable actuación al dejar en la cuneta a la chilena Mary Dee Vargas Ley (vigésima primera del ránking); a la serbia Milica Nikolić; y a la número tres, la kazaja Abiba Abuzhakynova.

Su recorrido acabó en las semifinales ante la vigente campeona del mundo, la mongola Baasankhuu Bavuudorj. En la lucha por el bronce, las 8.000 gargantas francesas y la asistencia sorpresa del presidente francés, Emmanuel Macron, dieron el impulso necesario a la francesa Shirine Boukli, que arrebató el metal a la madrileña.

En la categoría -48, el cuadro de honor fue para la Natsumi Tsunoda (oro), Baasankhuu Bavuudorj (plata), Shirine Boukli (bronce) y Tara Babulfath (bronce), la primera medalla en judo en la historia de Suecia.

Otra luchadora que hizo historia en su país fue la paraguaya Gabriela Narváez, 60º del mundo en los -48 kilos. Terminó en el séptimo puesto, la mejor clasificación olímpica de una deportista de Paraguay a nivel individual hasta la fecha. EFE

atc/ism

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