Madrid, 27 jul (EFE).- El uso de fitosanitarios está "poco controlado" en zonas verdes cercanas a centros escolares, de ancianos, viviendas, parques y jardines donde las personas pueden "sufrir efectos sobre la salud de estos venenos" silenciosos, advierte en una entrevista con EFE el coordinador del Área de Tóxicos de Ecologistas en Acción Luis Ángel Hernández Lozano.
Los fitosanitarios son productos químicos con varios usos, entre ellos la eliminación de plagas en plantas y cultivos, pero, según Hernández Lozano, "la mayoría de administraciones públicas desconoce lo que se está utilizando en su ámbito de competencia, porque no existe un índice público que desvele esa información" y esta falta de datos actualizados "no permite poner medidas de control".
La información que figura en la página web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) "no tiene los datos actualizados" ya que se remontan a dos años atrás e incluyen cifras recogidas por "encuestas sobre la comercialización de plaguicidas que responden las industrias del sector y las distribuidoras", añade.
La web del Registro de Productos Fitosanitarios del MAPA reconoce que la última actualización de la base de datos se realizó en marzo de 2022, a pesar de que en otra pestaña señala que "se realizan actualizaciones semanales, los viernes a partir de las 14 horas".
Hernández Lozano subraya además que esos "son números globales" y que sólo se facilita "algunos de manera más desagregada" mientras que otros "el Ministerio dice que no los puede facilitar por secreto estadístico", lo que conduce a "una falta de información importante".
En relación al uso de pesticidas en manos de particulares para luchar contra plagas en jardines, el experto de Ecologistas en Acción insiste en que se trata de "venenos, son biocidas, es decir productos diseñados para matar una vida como las denominadas malas hierbas, insectos u hongos" y en que, "aunque se califiquen como inocuos, pueden tener efectos sobre la salud" de las personas.
Así sucede, afirma, con diferentes afecciones, "desde modificaciones en el sistema hormonal a alteraciones del sistema inmunitario, deterioros neurocognitivos, problemas para el desarrollo fetal o algunos tipos de cáncer".
Apunta, además, que "está fuera de toda lógica pensar que todos los usuarios utilizan los productos como marca el producto que se utilice", por ejemplo en relación a la protección, y que "es altamente probable" que se estén empleando en mayores cantidades o bien para cultivos o flores ornamentales para "los que no están autorizados".
Por ello considera que la compra libre por Internet "no debería ser la adecuada" y pide campañas de las administraciones públicas que expliquen sus efectos adversos sobre la salud humana y el medioambiente "para que se usen de forma prudente".
El técnico de la organización ecologista recuerda que hace dos años se planteó una modificación de la directiva europea que restringía el uso de pesticidas en espacios públicos como centros de educación, polideportivos u hospitales además de poder actuar en espacios de protección ambiental, pero no salió adelante "por la presión de ciertos sectores y de algunos países que no se adhirieron a la propuesta".
Sin embargo, la directiva actual de pesticidas y la legislación española de transposición "dice claramente que las administraciones públicas deben reducir el uso de pesticidas" y de hecho el Pacto Verde Europeo y la estrategias 'De la granja a la mesa' y de Biodiversidad recomiendan reducir los sintéticos en un 50 % para 2030.
Además, autoriza a los Estados miembros a prohibirlos para determinados usos y, si bien los grupos ecologistas han insistido en la propuesta, "España no ha optado nunca por reducirlos en estos espacios", lamenta Hernández Lozano.
Las etiquetas de algunos plaguicidas a la venta en viveros como los de la Comunidad de Madrid, ha comprobado EFE, advierten de sus riesgos sanitarios con textos como "Nocivo para los organismos acuáticos con efectos duraderos", "Provoca irritación ocular grave" o "Retire a la persona de la zona contaminada, quite inmediatamente la ropa manchada o salpicada".
También recomiendan cómo actuar para limitar los riesgos de manipulación y los ambientales con etiquetas como "No entrar al cultivo hasta que el producto esté seco" o "No contaminar el agua con el producto ni con el envase". EFE
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