Crear un puente con Oriente, objetivo del exclusivo festival Yalla Habibi de Marbella

Esther Gómez

Marbella (Málaga), 26 jul (EFE).- Crear un puente a través del arte y la cultura que una Oriente y Occidente es el objetivo del festival Yalla Habibi, dirigido a un turista dispuesto a pagar hasta 8.500 euros por una mesa cerca del escenario y que lleva a Marbella a artistas populares del mundo árabe como Assala o Ayed.

El productor del certamen, Domingo Sánchez, recibe a EFE en Marbella Arena, el recinto que acoge el evento este viernes y el sábado 27 de julio, donde explica por qué se decidió a organizar el festival.

El equipo del empresario, más conocido como Domingo Merlin en el mundo del entretenimiento por el nombre de su productora, ya está trabajando en el montaje del espectáculo en esta antigua plaza de toros muy próxima a Puerto Banús, según explica en la entrevista.

"Esta aventura surgió en 2014", recuerda. Tras haber hecho "muchísimas cosas" en Arabia Saudí, incluidos conciertos y proyectos culturales de distinta índole, de la mano de su socio en el país, un destacado empresario del sector y miembro de la familia real, "ahora -indica- nos tocaba a nosotros".

Esta no es más que "una pequeña muestra", subraya, y además de la música tienen previsto llevar a la Costa del Sol desde Oriente Medio todo tipo de eventos culturales y artísticos, incluidos algunos "que tienen que ver con las nuevas tendencias", avanza.

 Vocación de continuidad

"Hay muchísimas más cosas que nos unen como la gastronomía o el arte" y no sólo la música, precisa el productor del Yalla Habibi, un festival que nace con vocación de continuidad y que ya planea incorporar una oferta más amplia a sus ediciones futuras.

En esta ocasión han apostado por desarrollar "una experiencia más exclusiva" -apunta el productor- y aunque asegura que han querido "empezar poquito a poco", para este primer evento no han dudado en seleccionar artistas con "bastante repercusión en Oriente Medio".

En el cartel del primer día, de los dos que dura el Yalla Habibi, la cantante siria Assala, hija del compositor Mostafa Nasri, que hoy por hoy una de las voces más reconocidas del mundo árabe, y el disyóquey DJAssel.

Junto a ella, el saudí Ayed, varias veces galardonado en el equivalente en Oriente Medio a los Grammy Latinos y uno de los cantantes más escuchados y populares del momento en la región, apunta Domingo Merlin.

Y para la segunda jornada, la también saudí Modi Al Shamrani, el egipcio Ahmed Saad y el trío Disco Miss, que han dado una nueva vida al pop árabe mezclándolo con toques de 'deep house', nu-disco y punk.

La elección de Marbella como escenario de un encuentro con el que se pretenden acercar las manifestaciones culturales de ambos pueblos no ha sido casual, señala el productor, ya que en este reconocido enclave turístico del litoral español, sinónimo de lujo y glamur, es "donde comenzó todo".

 Entradas de 850 euros en la Marbella del lujo

Además, a nadie se le escapa que "Marbella recibe muchísimo turismo de Oriente Medio, de países como Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí o Baréin" -precisa- y al elegir "esta plaza" como sede lo que se ha hecho es poner en el mercado una propuesta de ocio a la medida del visitante "que viene de allí", añade.

El perfil del asistente es el de un turista adinerado que disfruta del lujo y al que no le importa pagar 400, 500 o 850 euros por una entrada individual y por una mesa vip 8.500 para disfrutar de un espectáculo en el que, si bien hay tiques de 150 euros, "curiosamente se han vendido antes las mesas más caras que la entrada general más barata", comenta.

Este evento "va a llamar la atención", dice Domingo Merlin, y "al final este producto se convertirá en la disculpa perfecta para atraer también a otro tipo de público que normalmente no viene a Marbella".

En este sentido, se muestra convencido de que algunos de estos cantantes de Oriente van a encontrar en España su público y su mercado, igual que los españoles lo tienen allí, y va dar lugar a colaboraciones entre artistas árabes y latinos en un futuro no muy lejano. EFE

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