Marta García: "Siento que voy a los Juegos sin experiencia, pero con unas ganas enormes"

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Fernando Pérez Soto

León, 23 jul (EFE).- La atleta palentina de ascendencia leonesa Marta García se estrenará en unos Juegos Olímpicos en París, presencia que se ha ganado después de realizar una temporada redonda, tanto en pista cubierta como, sobre todo, al aire libre, aunque reconoce sentir que llega a su cita hasta ahora más importante "sin experiencia, pero, eso sí, con unas ganas enormes".

Los criterios técnicos de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) le impidieron estar en los últimos grandes compromisos, los Mundiales de Oregon (Estados Unidos) y Budapest (Hungría), algo que dolió especialmente en la corredora de OAC que no tuvo reparos en mostrarlo en sus perfiles de redes sociales como otros atletas también afectados.

"Me he perdido experiencias en grandes citas que me habrían servido para afrontar con un conocimiento previo lo que me puedo encontrar en París, porque acepto que existan unos criterios en los que se busca la objetividad, pero también han de analizarse las circunstancias y no todo son números", recalca al atleta en una entrevista concedida a EFE.

Y advierte de que cree que los criterios no están a la altura de los deportistas ni están compensados en función del nivel de las pruebas.

"Llegaré a la capital francesa en un buen estado físico y fuerte mentalmente, con todas las garantías de que pueda salir bien y, si hasta ahora así ha sucedido cuando era complicado imaginarse un escenario tan redondo, al final se ha cumplido todo lo que me había indicado mi entrenador -el alemán Thomas Dreissigacker-", señala.

De hecho, su temporada al aire libre ha sido muy regular y brillante, cumpliendo todos los pasos en cuanto a mejora de registros y coronados con un bronce en los Europeos de Roma en los 5.000 metros que pueden ser la antesala de una gran competición en los Juegos Olímpicos.

Sin duda su salto cualitativo ha sido enorme desde que entrara a formar parte del selecto grupo de entrenamiento del 'On Atlétics Club' tras su etapa formativa y de crecimiento a las órdenes de Uriel Reguero en Valladolid, con cuyo grupo mantiene contacto y comparte entrenamientos.

"El cambio tiene una gran parte de culpa de todo lo sucedido y de los resultados obtenidos, pero no todo es entrenar, sino que también ha influido vivir de una manera profesional, ser, en suma, un deportista profesional que aspira a estar en la élite", resume.

En sus periodos de preparación alterna concentraciones en altura en Dullstrom (Sudáfrica) o Saintk Moritz (Suiza) y antes de afrontar la cita olímpica se reunirá con su equipo los días previos en Luxemburgo.

"El entrenamiento invisible del descanso, nutrición y todo el conjunto de detalles han supuesto verme diferente y empezar a sentirme, de pleno derecho, como parte del espectáculo junto con el resto de rivales a las que antes miraba con excesivo respeto y me sentía, en cierto modo, una extraña entre ellas, algo que ha cambiado radicalmente", insiste.

De hecho, después de colocarse entre las mejores atletas de su distancia -también en otras como los 3.000 y 1.500 metros dada su versatilidad-, no se pone techo en París y piensa en hacer algo grande para poner la guinda a una temporada para enmarcar.

"Me tengo que ver en la final porque si no fuera así resultaría imposible lograr el objetivo y eso obliga a estar pendiente de todo y de todas, pero creo que me llega en un momento de madurez como atleta y mi única incertidumbre es cómo responderé en dos carreras en cinco días al máximo nivel de exigencia, algo que nunca he comprobado y, por desgracia, es un escenario desconocido para mi", comenta.

Sin embargo, su ambición, que ya demostró en la recta del estadio en Roma en la cita continental cuando luchó lo indecible hasta alcanzar el bronce le hace no conformarse de antemano con nada "ni tan siquiera con un diploma olímpico, sino que la única satisfacción al final será haber rendido al máximo nivel personal", concluye. EFE

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