El Parlamento catalán acuerda por unanimidad mantener la Medalla de Oro a la Abadía de Montserrat

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La Mesa del Parlament ha acordado este martes por unanimidad mantener la Medalla de Oro a la Abadía de Montserrat pese a que víctimas de abusos en la Iglesia les hayan entregado una carta solicitando que se retire. Así lo han explicado fuentes parlamentarias, que han asegurado que el presidente del Parlament, Josep Rull, ha dicho que la Mesa se reafirmado en la Medalla porque, pese a que los abusos son un episodio "gravísimo" que condenan, han tenido en cuenta que Montserrat es una institución milenaria y también una de las pocas que compareció ante la Comisión parlamentaria de abusos en la Iglesia. Pese a todo, Rull recibirá a las víctimas de abusos "por una cuestión de empatía y apoyo total al sufrimiento vivido". Además, las citadas fuentes parlamentarias han reivindicado que, siendo conscientes de que la legislatura podía decaer, impulsaron una proposición de ley para la imprescriptibilidad de estos delitos en el ámbito penal que se envió al Congreso, y esto ha permitido que siga viva. VÍCTIMAS En rueda de prensa en la Cámara, una de los afectados, Enric Soler, ha definido textualmente a la Abadía como epicentro de la pederastia de Catalunya y ha pedido soluciones: "No podemos esperar mil años para resolver nuestras situaciones. Hemos estado escondidos por todos los poderes bajo una alfombra". Además de Soler, el escrito ha sido firmado por Miguel Hurtado, que denunció abusos sexuales durante la adolescencia en Montserrat, y afectados de abusos en la Iglesia y activistas, como Alejandro Palomas, Manuel Barbero y Jordi de la Mata, entre otros. Hurtado ha lamentado en la rueda de prensa que el bienestar de los afectados "es lo último que importa y se prioriza a la institución" y ha añadido textualmente que condecorar a la Abadía es un acto de violencia institucional contra las víctimas y una retraumatización. La Abadía, según él, "puede haber hecho muchas cosas por la lengua y la cultura, pero lo que también ha hecho, y forma parte de la historia de Catalunya, es ser la 'zona cero', el epicentro de la crisis de la pederastia clerical" y que Montserrat intentó encubrir casos. "Nunca me había sentido tan violado por una institución como por la Mesa del Parlament", ha dicho, y ha añadido que, si no hay una respuesta por parte de la Mesa antes del 10 de septiembre, día en que se otorgará la Medalla, harán una 'cacerolada' ante el Parlament.

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