El presidente del Parlament balear (Vox) ignora la petición de dimisión hecha por Prohens

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Palma, 15 jul (EFE).- El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne (Vox), no ha hablado aún con la presidenta de Baleares, Marga Prohens (PP), quien le instó a renunciar al cargo tras la ruptura de los gobiernos autonómicos comunes y del pacto de gobernabilidad entre sus partidos en las islas.

Le Senne ha comentado esta mañana a los periodistas que le esperaban en el Parlament que, por ahora, no hará declaraciones sobre esta crisis política, si bien ha dicho no ha hablado con la presidenta balear.

El pasado viernes, Prohens dio por hecho que la ruptura "unilateral" de los acuerdos de Vox con el PP a nivel nacional supone que Le Senne renunciaría de inmediato a la presidencia del Parlament.

Sin embargo, fuentes del partido han confirmado este lunes a EFE que Le Senne cuenta con el total apoyo de la dirección nacional de Vox y que su intención es continuar al frente del Parlament como segunda autoridad política de las islas.

El próximo miércoles se celebrará una Junta de Portavoces en la que se tratará la queja contra Le Senne por la expulsión en el pleno del 18 de junio de las diputadas socialistas Mercedes Garrido y Pila Costa durante el incidente en el que el dirigente de Vox rompió la foto de Aurora Picornell, comunista asesinada en 1937.

La oposición trata de que se convoque un pleno extraordinario para quitar del puesto a de Le Senne, pero únicamente el presidente tiene potestad para convocar la Diputación Permanente que, a su vez, podría decidir que se reúna el pleno de manera extraordinaria.

Por tanto, si así lo decide el presidente de la cámara, la celebración de ese pleno podría retrasarse hasta que comience el nuevo periodo de sesiones el 9 de septiembre.

Para destituir al presidente sería necesario el apoyo de tres quintas partes de los diputados autonómicos, por lo que el PP tendría que votar a favor de la propuesta de la izquierda.

Hace unos días, Le Senne afirmó que la denuncia contra él por delito de odio que tramita el juzgado de instrucción 1 de Palma no tiene "recorrido" y que descartaba dimitir aunque sea imputado. EFE

ja/edr

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