Las fuerzas de seguridad españolas, muy vigilantes ante la amenaza yihadista por los JJOO

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Madrid, 14 jul (EFE).- A escasos días de la inauguración de los Juegos Olímpicos y algo más de un mes de la Copa de América de Vela en Barcelona y de la Vuelta Ciclista a España, las fuerzas de seguridad españolas no bajan la guardia ante la amenaza yihadista, en un seguimiento muy intenso.

Este tipo de acontecimientos pueden ser una oportunidad para la acción terrorista, aunque por el momento no se han detectado indicios de la posibilidad de un ataque "sofisticado" en ninguno de esos eventos, si bien las fuerzas de seguridad españolas, en coordinación con las europeas, están "muy vigilantes", sobre todo por las acciones menos previsibles de actores solitarios.

Así lo señaló en una entrevista con EFE el director del Centro Nacional contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), Manuel Navarrete, quién explicó que hace tres meses, en la monitorización de las redes sociales que los investigadores hacen de forma continua, se detectaron mensajes radicales de amenaza contra próximos eventos deportivos.

Ante eso, España quiso participar en el dispositivo de seguridad que las autoridades galas han dispuesto para proteger la celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. De este modo, desplazará hasta el país vecino a más de 300 agentes: 171 policías nacionales y 142 guardias civiles.

El CITCO cuenta con planes específicos de obtención de información y de análisis de la misma, que se ponen a disposición de las fuerzas de seguridad y de las autoridades para que tomen las decisiones pertinentes.

Ante eventos como el Tour de Francia, la Eurocopa, los Juegos Olímpicos o la Copa de América, además de la evaluación ordinaria de la amenaza, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, decidió reunir a las distintas fuerzas de seguridad "para hacer una valoración de mayor entidad y específicamente sobre estos acontecimientos", explicó Navarrete.

"Todos hacen su exposición, analizamos los indicadores que tienen y hacemos un plan para su seguimiento", continuó el director del CITCO, que apostilló que "actualmente estamos viendo que no tenemos ninguna noticia de que ataques sofisticados puedan incidir en ninguno de los eventos, pero seguimos muy vigilantes".

Pero es "mucho más difícil prever que haya una actuación individualizada", con el uso de "elementos muy rudimentarios, como hemos visto últimamente en Europa, como un cuchillo, un coche o un hacha".

También hay que hacer un seguimiento de todo eso. Se hace con un plan de inteligencia que "intenta identificar cuanto antes la amenaza, reducirla y, si es posible, quitarla de la ecuación", es decir, que no llegue a producirse.

Como muestra de la actividad policial, Navarrete recordó que en lo que va de año la cifra de detenidos por terrorismo yihadista se aproxima al medio centenar. Muchos de esos arrestos es por amenazas, captación y radicalización, sobre todo a través de Internet.

Durante la entrevista, Navarrete respondió también a uno de los riesgos que detecta la última estrategia de seguridad nacional: las conexiones "puntuales" entre el yihadismo y las redes de tráfico de migrantes.

"Valoramos cualquier riesgo", afirmó, y reconoció que las mafias que trafican con inmigrantes "no hacen ninguna distinción". "Si alguien está vinculado a un grupo terrorista o no, no se lo van a preguntar ni le van a hacer un precio especial".

Las fuerzas de seguridad están muy atentas a que el terrorismo pueda utilizar las vías que sea para infiltrarse; es un riesgo que "está dentro de los parámetros que permanentemente vigilamos". EFE

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