Policía en Sanfermines, una presencia integrada en la fiesta que se agradece

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 María Montoya

Pamplona, 13 jul (EFE).- Formar parte de la Policía Municipal de Pamplona en los Sanfermines obliga a los agentes a vivir las fiestas en primera línea, un puesto casi privilegiado en algunos momentos para los propios miembros del cuerpo, cuya presencia preventiva agradece la ciudadanía, aunque "cuanto menos trabajemos nosotros, mejor para todos".

Lo dice en entrevista con EFE Daniel Oteiza, un villavés que forma parte de la brigada de Proximidad desde hace 21 años, cuando ingresó en la Policía Municipal de la capital navarra, una ciudad que se transforma del 6 al 14 de julio durante unas fiestas que multiplican el número de personas en la calle y con ello la comisión de faltas y delitos, como en todas las aglomeraciones.

“Nuestra labor es dar vueltas por la zona de fiestas” para desarrollar su cometido de dar seguridad ciudadana. “Aquí se desarrolla en todo su esplendor la labor de nuestro día a día pero multiplicada por diez”, reconoce Oteiza.

Así, advierte de la repercusión de su actuación porque Pamplona en esas fechas es “un escaparate también a la hora de trabajar, porque todo lo bueno y todo lo malo se ve en todos los lados”. Por eso, “si de normal las cosas se hacen bien, hay que poner si acaso todavía más exquisitez a la hora de trabajar”.

Pese a que son fechas “de mucho lío” en el trabajo y que “es un poco fastidio también no poder disfrutarlas mientras ves cómo la gente se lo está pasando bien”, reconoce que a él le gustan porque trabaja dentro de la fiesta. “Y si todo sale bien, también al final te atribuyes tú también aunque sea una centésima parte, porque has estado ahí haciendo tu trabajo de la mejor manera que has sabido”.

Concede con humor que son días en los que “de alguna forma mucha gente no quiere verte, porque cuanto menos se vea la policía, pues mejor. Y es verdad que cuanto menos trabajemos nosotros, mejor para todos. Pero también ves que hay gente que agradece que estés cerca dando vueltas por si pasa algo para que les puedas atender”.

En todo caso, asegura que “dentro de las cosas malas que pueden pasar no suelen ser muy graves” las que ocurren en Pamplona durante estos días, excepción hecha de las agresiones sexistas, señala para reconocer que hay gran cantidad de hurtos y que del resto de requerimientos, la mayoría “se suelen resolver mediando un poco”.

Oteiza trabaja siempre en Sanfermines en el turno de tarde, una opción que le permite disfrutar de lo que ya es un hábito en los últimos 32 años: su faceta como corredor del encierro. “Al principio era una forma de terminar la noche y luego ya fue una forma de empezar el día”, recuerda con humor sobre sus inicios, casi adolescente.

Estas tres décadas le han permitido observar una evolución en el perfil de personas que participan en el encierro, al advertir que la cifra de corredores “se ha estancado” gracias también al control de acceso que hacen sus compañeros de la Policía Municipal.

Pero “ha crecido el tipo de corredor que quiere hacerlo delante de los toros, que va a desarrollar la suerte de correr delante de un toro” y no del que se anima en el último momento y se mete sin mayor intención dentro del recorrido vallado.

Por ello, lejos de pesimistas que aluden a la masificación como la causa de “muerte por éxito” de esta tradición, este corredor navarro augura: “Creo que el encierro tiene cuerda para rato, eso espero”.

Habitual del tramo que arranca en los inicio de la calle Estafeta, aunque a veces participa en Santo Domingo, Oteiza se remite a los escasos datos de cornadas para explicar que la mayoría de golpes y heridas son por caídas. “Nos movemos un montón de gente por metro cuadrado con los nervios a flor de piel”, dice para normalizar los tropezones habituales.

No obstante, también al encierro traslada lo que considera que define a las fiestas de San Fermín, un valor que prevalece sobre todos y que es “el respeto. El respeto a las diferentes opciones, a las diferentes formas de ver la fiesta. Yo creo que eso es como el santo y seña de los Sanfermines, y es una bandera que debemos ondear en Pamplona” respecto a las fiestas de otros lugares.

Y preguntado sobre un consejo para vivirlos, es rotundo: “Vivir los Sanfermines como si fueran los últimos Sanfermines de tu vida”. EFE

mm/mg/aam

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