Demuestran que los animales que hibernan se adaptan mejor al cambio climático

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Granada, 11 jul (EFE).- Una investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y de la Universidad de Granada (UGR) ha demostrado que los animales con diapausa o hibernación podrían adaptarse mejor al cambio climático, ya que utilizan esa inactividad como mecanismo de defensa ante temperaturas extremas.

El estudio ha analizado cómo las crisopas verdes -Chrysoperla pallida- una especie de insectos que habita zonas agrícolas o con mucha vegetación, se adaptan a las temperaturas extremas que provocan el cambio climático y cómo influye la falta de diversidad genética en el proceso.

El estudio, cuyos resultados publica Biology Letters, muestra que este insecto emplea periodos de inactividad fisiológica o diapausa ante un escenario de cambio climático como mecanismo de defensa.

Los resultados de la investigación plantean la posibilidad de que otras especies con diapausa de invierno o hibernación sean más eficientes a la hora de hacer frente a las altas temperaturas.

"En nuestro experimento sometimos a larvas de crisopas a varios tratamientos diferentes: un grupo estuvo a temperatura control, otro a las máximas que alcanza la meseta andaluza en verano y otro en condiciones de cambio climático, en las que se estima que la temperatura sería 1,8 grados más alta", ha explicado el investigador del MNCN Hugo A. Álvarez.

Durante los dos años de la investigación, se ha analizado la diversidad genética con individuos desarrollados de manera endogámica y otra exogámica, formada por apareamiento de individuos no emparentados, para medir cómo afecta a su capacidad de adaptación al cambio climático.

"En las condiciones de verano el metabolismo se aceleró, de forma que el desarrollo larvario fue más rápido. Sin embargo, en las condiciones de temperatura extrema, redujeron su metabolismo, aletargándose y cambiando de color. Esto es lo que ocurre normalmente durante el invierno, cuando los individuos entran en diapausa", ha puntualizado el investigador.

El estudio ha demostrado que las crisopas recurrieron a la diapausa invernal para sobrevivir a temperaturas extremas de verano porque en condiciones de laboratorio no tuvieron una sombra bajo la que refugiarse para controlar su temperatura, lo que muestra una alta capacidad de adaptación o plasticidad natural.

"Estos resultados son muy importantes porque podrían estar indicando que los animales con diapausa o hibernación, ya sean vertebrados o invertebrados, podrían estar mejor preparados para hacer frente al aumento de temperaturas previsto ante el cambio climático", ha concluido Álvarez. EFE

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mro/vg/cc

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