Una exposición muestra a Tàpies como el artista más social y políticamente comprometido

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Barcelona, 9 jul (EFE).- Desde joven, Antoni Tàpies mostró preocupación por la alienación del hombre en el marco del capitalismo o en una dictadura, pero fue su participación en la 'Caputxinada', en 1966, lo que hizo emerger su vertiente más comprometida, activista y solidaria, como muestra la exposición, 'Tàpies. Arte y Activismo'.

El Museo de Historia de Cataluña acoge, entre este martes y el próximo 2 de febrero, esta muestra, comisariada por Albert Mercadé, quien la ha considerado como la más completa sobre este aspecto de la trayectoria del artista, un hombre comprometido con las causas progresistas y catalanistas, pero también contrario al apartheid, la dictadura de Pinochet o la guerra en Bosnia.

Además, ha resaltado el material inédito que se exhibe, desde un dibujo de 1965 que regaló a la congregación de los Capuchinos, a varios grabados o la pintura sobre papel que realizó en homenaje del 40 aniversario de la fundación del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC).

"Difícilmente encontraremos a un artista tan política y socialmente comprometido. Por eso nos hemos atrevido a titular con la palabra activismo, que es la primera vez que se usa en el marco de una exposición", ha aseverado Mercadé en una visita con periodistas.

Más de 150 documentos, entre grabados, carteles, pinturas, cartas, manuscritos, documentos audiovisuales, fotografías, música -se puede escuchar la 'Internacional' interpretada por Carles Santos- o libros conforman este "friso" para explicar el compromiso de Tàpies, desde sus primeras reflexiones de 1955 a su participación en plena dictadura en la 'Caputxinada', donde un grupo de intelectuales apoyaron la fundación del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB) en el convento de los Capuchinos de Sarrià.

Luego, en 1970, vendría el encierro de intelectuales en Montserrat, en protesta por el Proceso de Burgos, y se implicó, asimismo, en el Congrés de Cultura Catalana, la Marcha de la Libertad, además de aliarse con movimientos políticos como la Assemblea de Catalunya y el PSUC.

Albert Mercadé ha sostenido que se trata de una exposición "absolutamente actual", en un momento de auge de la extrema derecha, con un Antoni Tàpies que defendió los ideales de la democracia y la libertad a lo largo de su vida.

Su despertar, ha proseguido, fue "muy zen", y ha destacado que llegó al activismo desde "la reflexión y la introspección" y fue, posteriormente, cuando pasó a la acción.

Una de las obras que más llaman la atención de la exposición es una sábana blanca pintada con las cuatro barras de la bandera catalana, en la que destacan las palabras 'Miró', 'Catalunya' y 'Llibertat', aunque también son visibles los nombres de Puig Antich, Llull, Sert, Jordi de Sant Jordi, Joan Prats, Brossa o Teresa, en alusión a su mujer.

Se trata de un lienzo, idea de Tàpies, surgido de una cena en homenaje a Joan Miró, quien en 1974 expuso en el Grand Palais de París, y los comensales que participaron en la misma, muchos de ellos representantes de la cultura y la vanguardia catalanas, como Josep Lluís Sert, Joan Prats, Joan Fuster o José Corredor Matheos, el último superviviente de aquella velada, firmaron con sus nombres.

 EFE

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(Foto) (Vídeo)

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