Luis García Jambrina hará una saga del detective Unamuno en cinco novelas

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Gijón, 6 jul (EFE).- El escritor salmantino Luis García Jambrina trasladará a México al detective Unamuno, el personaje que ha creado a partir de la figura de Miguel de Unamuno, para que investigue un crimen del que es sospechoso y que formará parte de una saga de cinco novelas.

El autor, un estudioso de la vida y trayectoria del escritor y filósofo que fuera rector de la Universidad de Salamanca, ha pensado que Unamuno podría ser “un buen detective” por su espíritu que le empujaba a buscar siempre la verdad.

Eso le llevó a escribir 'El primer caso de Unamuno' (Alfaguara, 2024), a partir del cual estructurará cinco novelas, en la que el protagonista, un intelectual devenido a investigador, "se meterá en algunos líos", ha explicado Jambrina este sábado en la Semana Negra de Gijón.

La serie continuará en México, donde, en un primer momento, Unamuno es sospechoso del crimen de una acaudalada mujer con la que mantenía correspondencia y decide trasladarse a ese país para investigarlo con el propósito de demostrar su inocencia.

En 'El primer caso de Unamuno', el detective viaja a la población de Boada, donde se cree que los vecinos han asesinado al terrateniente que adquirió en una subasta pública las tierras comunales dejando a la población sin medios de trabajo y subsistencia.

La novela parte de un hecho real ocurrido en la localidad de Matilla de los Caños del Río, en la provincia de Salamanca, que Jambrina lo traslada a Boada, donde el millar de habitantes quieren emigrar todos juntos a Argentina.

Estas circunstancias provocaron un enfrentamiento dialéctico entre Miguel de Unamuno y Ramiro de Maeztu, que intercambiaron artículos antagónicos a favor de la migración el primero y en contra el segundo, ha explicado.

Mientras Ramiro de Maeztu rechazaba la decisión del millar de pobladores que buscaban nuevos horizontes fuera de su tierra acusándolos de “traidores”, Unamuno defendía el argumento de que “los traidores eran los terratenientes” que les habían usurpado sus tierras.

Jambrina ha dicho que esta novela está a mitad de camino entre el género negro, por el contenido social, y el histórico, porque narra hechos que de verdad ocurrieron y han sido contrastados en documentos que halló en el Museo de Unamuno.

El autor ve un paralelismo en los acontecimientos de esa época, en la que se "privatizaron espacios públicos" para beneficiar a los terratenientes que pugnaban por un modo de producción distinto basado en el latifundio, y la época actual.

Jambrina ha dicho que en el primer tercio del siglo XX se produjo un cambio sustancial en el mundo rural, con pérdida de población, al igual que actualmente en la España vaciada, que prefiere llamar “España desahuciada”. EFE

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(foto)

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