¿Qué supone el visto bueno de los accionistas del BBVA a la ampliación de capital?

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Bilbao, 5 jul (EFE).- Los accionistas del BBVA han apoyado este viernes de forma masiva que la entidad amplíe capital para ofrecer a los accionistas del Sabadell el canje de acciones con el que el banco vasco pretende tomar el control de la entidad catalana, sin embargo, el desenlace sigue siendo un misterio.

La junta extraordinaria del BBVA era un paso clave porque el banco necesita tener el visto bueno de sus accionistas antes de lanzar su oferta de compra sobre el Sabadell, para garantizar que podrá ofrecer a los accionistas de esta última entidad nuevos títulos a cambio de los suyos, a razón de uno por cada 4,83.

Con el apoyo de más del 96 % de los accionistas del BBVA a la ampliación de capital se entiende que les parece bien adquirir el Sabadell al precio propuesto, lo que supondrá, en el mejor de los casos, que los actuales accionistas del banco adquirido pasen a tener el 16 % de la entidad resultante.

No obstante, la pelota sigue estando encima del tejado de los accionistas del Sabadell, que son lo que tendrán que decidir si están dispuestos a vender sus títulos al BBVA, es decir, si la oferta les parece atractiva.

Esto incluye no solo a los pequeños accionistas de la entidad catalana, sino también a los grandes inversores, aunque en algunos casos puedan estar en el capital de ambos bancos y este viernes hayan apoyado la ampliación de capital del BBVA.

Es decir, como accionistas del BBVA les puede parecer bien adquirir el Sabadell al precio propuesto, pero llegado el momento de la decisión final, como accionistas también del banco catalán, podrían tomar una posición diferente teniendo en cuenta el precio de cotización de las dos entidades en ese momento.

Los fondos de inversión tienen la obligación de decidir en defensa del mejor interés de los partícipes de sus fondos y eso no tiene por qué coincidir desde la perspectiva de ambas entidades, pues como accionistas del BBVA les puede parecer bien comprar Sabadell al precio propuesto y desde Sabadell podrían considerar que no se paga lo suficiente.

Por lo tanto, el respaldo masivo a la ampliación de capital, incluido el de los grandes inversores que participan en ambas entidades, no tiene necesariamente que coincidir o dar por hecho desde ya el éxito de la opa con la que el BBVA pretende tomar el control del Sabadell y llevar a cabo una fusión.

La junta de accionistas del BBVA se celebró después de que el banco solicitara todas las autorizaciones para poder lanzar la opa, entre ellas la petición formal al Banco Central Europeo (BCE), a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Cuando la opa cuente con el beneplácito de la CNMV y del BCE, el BBVA podrá lanzar su oferta a los accionistas del Sabadell incluso aunque Competencia, la CNMC, no haya dado su opinión o impuesto condiciones.

De seguir adelante con su oferta, que en cualquier caso podría condicionar a la decisión final de la CNMC, el BBVA tendría que dar a los accionistas del Sabadell un plazo de entre 15 y 70 días para decidir si venden sus títulos.

Si la oferta prospera y el BBVA consigue que más de la mitad de los accionistas del Sabadell estén dispuestos a vender, el banco podría avanzar con su idea final de la fusión de ambas entidades, lo que estará sujeto a las condiciones que ponga la CNMC y al visto bueno final del Ministerio de Economía.

Desde que el BBVA anunció su opa sobre el Sabadell, el Gobierno se ha opuesto públicamente a la operación y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien rechazó la oferta, advirtió de que la última palabra sobre la fusión la tiene el Ejecutivo y, en concreto, él. EFE

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