Más de 220 'bestas' listas para la rapa de Sabucedo tras una 'baixa' trepidante

Guardar

Miguel Álvarez

A Estrada (Pontevedra), 5 jul (EFE).- Más de 220 caballos salvajes, las denominadas 'bestas', han quedado este viernes listas para la rapa de Sabucedo (A Estrada, Pontevedra) tras una 'baixa' trepidante con varios intentos de huida, todos sin éxito.

El pueblo y decenas de visitantes se reunieron a las 6:30 horas en la iglesia de San Lourenzo de Sabucedo y una hora más tarde, tras una bomba de palenque, unos tres centenares partieron desde O Celeiro al monte donde esperaban las 'bestas'.

Un recorrido idílico por el bosque llevó a la gente hasta A Espiñeira y a las 8:10 aparecieron, a lo lejos, los primeros caballos salvajes, pero el ruido los ahuyentó y los expertos pidieron silencio al tiempo que hacían grupos para cubrir las salidas.

Antes de las 9:00, el monte estaba parcelado con filas de personas que formaban caminos hasta el punto más alto, donde se empezaron a acumular las 'bestas'.

Con unas motos y apoyados por caballos domésticos, los locales dirigieron a numerosas 'greas' (manadas) hasta encaminarlas al lugar de reunión.

El proceso requirió de organización telefónica entre los múltiples grupos y se complicó con una densa niebla, aunque el trabajo siguió.

Incluso los caballos más atrevidos lograron romper el cerco y saltar la cadena humana de nuevo hacia el monte, aunque fueron muy pocos.

Los principiantes siguieron el consejo de los expertos para establecer un cerco en torno a las 'bestas', que se puso a prueba cuando hubo que abrirlo para que entrasen otras, aunque siempre con cuidado de que no escapasen las de dentro, que lo intentaban de vez en cuando.

A las 13:15 horas, con unos 80 caballos reunidos, la gente guió a los animales hasta la vaguada de O Peón, donde luego se realizó la tradicional romería, con muchas más personas que esperaban en el punto y unos bocadillos calientes de chorizo que triunfaron sobre todos los demás.

En el camino hasta O Peón, que duró 45 minutos, se repitieron los intentos de huida, aunque la gente fue capaz de establecer un camino móvil y evitó que los caballos rompiesen el cerco.

Ya por la tarde, después de comer con tranquilidad y en un día marcado por el partido de la selección española en la Eurocopa, el pueblo y las 'bestas' se reencontraron para la 'baixa' (bajada).

Jóvenes y mayores se juntaron para un nuevo recorrido de los caballos salvajes hasta el punto donde quedarán hasta mañana: el cercado de Cataroi, muy próximo a Sabucedo.

Allí se juntaron con los otros caballos recogidos, hasta sumar más de 220 ejemplares, listos para la tradicional rapa.

Esta 'baixa' fue una vez más emocionante, con nuevos cambios de ritmo y espacios entre las filas de personas que dieron esperanzas a más de un caballo.

En un día soleado y caluroso, salvo por la niebla de la mañana que duró poco más de dos horas, Sabucedo acabó el día con una fiesta antes de los curros del fin de semana y el lunes.

Las 'bestas' están preparadas para un evento que convierte una pequeña localidad de unos 40 habitantes en un epicentro turístico que visitan más de 20.000 personas para presenciar una tradición para la que apenas hay 1.600 asientos, agotados desde que salieron a la venta.

Mañana tocará la 'rapa', el corte de crines de los caballos, junto con su desparasitación antes de devolverlos al monte un año más. EFE

maf/am/oli

(foto)

Guardar