El cine del destape fue el "pan y circo" de la Transición, dicen actrices de la época

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Madrid, 4 jul (EFE).- El cine del destape fue "el pan y circo" de la Transición, aseguran actrices de la época, pioneras de la libertad en las películas españolas que abrieron y facilitaron el camino a las que llegaron después y a las que ha homenajeado este jueves la Academia del Cine.

Mireia Ros (Barcelona, 1956) y Silvia Aguilar (Elche, 1959) fueron dos de las actrices de la Transición que han sido homenajeadas en el ciclo 'Mujeres sin censura', junto con Esperanza Roy, con la proyección de la película restaurada 'Alicia en la España de las Maravillas', de Jorge Feliú 1978, y de la cinta 'Carne apaleada', de Javier Aguirre, del mismo año.

Protagonistas en aquel momento de cambio, la Academia de Cine ha reivindicado el trabajo de esas actrices "valientes, modernas y pioneras": "Ellas abrieron el camino a otras mujeres que vendrían detrás sabiendo capear el temporal del destape, los resquicios del franquismo y la intolerancia que aún asfixiaba a este país y su cultura".

Ros, productora y directora, recuerda en una entrevista con EFE cómo en los años 70 las películas de destape eran de "o lo tomas o lo dejas". Unas cintas que experimentaron una explosión y que sirvieron para entretener, dice, a la convulsa sociedad de la época y que supusieron un gran negocio para los productores.

También las actrices, recuerda, creían que estaban haciendo "algo libertario", por una sociedad más abierta que salía "de una época de represión y oscurantismo".

En ese escenario, el desnudo irrumpió en el cine como condición "sine qua non" para muchas actrices, aunque algunas se negaron, recuerda Mireia Ros. Ella participó en estas películas durante tres años hasta que vio que ya no le aportaban nada. Y cambió su trayectoria en el mundo del cine: "Y aquí sigo", asegura.

Explica que muchas de las actrices que tomaron parte en el cine del destape tienen reticencias en la actualidad a hablar de esa parte de su carrera, de tal forma que ella prepara desde hace años un documental sobre ese género y no quieren participar.

Silvia Aguilar, protagonista posteriormente de numerosas películas de suspense y terror y de obras de teatro, explica por su parte que a ella le hizo mucho daño que la calificaran de actriz del desnudo: "Sales tres o cuatro veces enseñando el pecho y te colocan la etiqueta. Ya puedes hacer la mejor película del mundo que eres una artista del destape".

"Alicia en la España de las maravillas", convertida en una película de culto, llena de simbolismo y surrealismo, sucede en una tarde del verano de 1978, cuando Alicia se duerme en su jardín y sufre una pesadilla que la llevará a viajar a través de los últimos cuarenta años de la historia de España.

Los capítulos de este extraño sueño parten de sugerencias al original de Lewis Carroll y pasan a reflejar páginas significativas que van de la Guerra Civil española hasta la muerte de Franco.

La película fue a la quincena de realizadores de Cannes pero fue vetada por la mayoría de las salas comerciales, de tal forma que se proyectó en muy pocos cines, recuerdan.

Un cine "absolutamente político, de autor y de denuncia y con escenas buenísimas", sostienen ambas actrices.

"Fuimos un experimento y nos cayó todo encima", dice Silvia Aguilar, que explica cómo facilitaron el camino a las que vinieron después: "Para las que llegaron a mediados de los 80 o a principios de los 90, hacer un desnudo se veía ya con normalidad".

Aguilar destaca su alegría por el respeto del homenaje de la Academia de Cine que destaca su papel en la Transición "sin buscar el morbo". EFE

cn/jdm

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