Uno de los fugitivos más buscado de Albania por tres asesinatos pide a la AN no ser entregado por miedo a que le maten

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Lulzim Berisha, uno de los fugitivos más buscados por las autoridades albanesas por presuntamente haber planificado y ordenado ejecutar el asesinato de tres personas en 2005 en dos atentados, ha solicitado este martes a la Audiencia Nacional que no le entreguen a su país para ser juzgado, dado que teme por su vida porque espera posibles venganzas por sus hechos del pasado. Así lo ha señalado a preguntas de su defensa en la vista de extradición, en la que la Fiscalía ha abogado porque se proceda a su entrega para que Albania le juzgue por esos dos atentados, pero no para que cumpla una pena de más 6 años que tiene pendiente por otros cinco asesinatos dado que ese asunto no se ha estudiado con ocasión de esta vista. En su escrito de conclusiones provisionales, recogido por Europa Press, la Fiscalía recordaba que el reclamado, que fue detenido en 2023 en Alicante, a principios de febrero de 2005 "se encargó de encontrar a las personas adecuadas por sus vínculos sociales y de parentesco para eliminar físicamente" a un hombre, "a cuyo fin contó con la ayuda de tres individuos que ejecutaron la acción el 26 de febrero de 2005 sobre las 22.00 horas". Fue en la autopista Tirana-Durres, cerca del pueblo de Koxhaj, cuando esos tres hombres le dispararon mientras conducía su vehículo. "A consecuencia de los disparos, la víctima falleció, cayendo a la cuneta de la vía, donde uno de los autores le volvió a disparar", relata la Fiscalía. Lulzim Berisha, "tras planear y organizar el asesinato, abandonó Albania y regresó unos días después del suceso", según explica el escrito. El 27 de febrero de ese mismo año, en la misma ciudad, se produjo una explosión en la cabina de un ascensor de un edificio situado en Tirana, la capital del país. A consecuencia de la misma, fallecieron dos ciudadanos. La Fiscalía explica que, en realidad, esa explosión fue planeada por Berisha, y que la "activación del explosivo se realizó a través de un teléfono móvil". "Las pruebas demuestran que el reclamado y tres individuos más, después de obtener el material explosivo y prepararlo por medio de la instalación de un dispositivo de teléfono que servía para su activación, lo pusieron a disposición de otro hombre para realizar la explosión en el momento más oportuno", concluye. Según explicó la Policía Nacional al momento de su detención en Alicante, sendos atentados eran un ajuste de cuentas entre clanes rivales ocurridos en el año 2005 y que fue resuelto 15 años después. UN EMPREDEDOR CON MIEDO A REPRESALIAS Este martes, y tras dejar claro que no quería ser extraditado, ha insistido en que su principal miedo ahora es que teme por su vida a su regreso a Albania porque ha sufrido hasta cuatro atentados, han golpeado su casa con antitanques y ha sufrido heridas en su cuerpo. Al hilo, se ha calificado como un emprendedor y ha lamentado que su familia tuviera que huir a Suecia ante el miedo a represalias. Por otro lado, ha señalado que puede acogerse parcialmente a una ley de amnistía aprobada en su país, que la Fiscalía albanesa ha solicitado el archivo de la investigación relativa al atentado con bomba en el ascensor, y que ha solicitado el asilo en España. La fiscal de la Audiencia Nacional, por su parte, se ha ratificado en su informe y ha apuntado respecto a la petición de no ser entregado por riesgo para su vida que sólo se ha entregado un escrito de 2015 que alude a ese riesgo pero fuera de la prisión. Así, ha entendido que no hay un temor racional para el caso en el que quede en manos de los órganos del estado requiriente. Sobre la posible venganza alegada por la defensa, ha explicado que esa posibilidad "es un sentimiento humano común en la mayoría de las culturas", pero ha matizado que es contradictorio que alegue esto y al mismo tiempo hubiera pedido en el pasado su salida anticipada de prisión. En su informe, la defensa se ha opuesto a la extradición y ha puesto el foco en el "caos" con el que Albania ha realizado el pedido extradicional. Por otro lado, ha enfatizado que si la Sala intuye que corre peligro la vida de su mandante "no debe ser entregado". Y ha recordado que constan informes policiales en los que se apunta que puede ser objeto de venganza por hechos del pasado. "Le han puesto una granada, lo han querido matar, le han puesto bombas...", ha explicado, para acabar pidiendo que la Audiencia Nacional actúe como justicia por delegación para que cumpla la pena en este país.

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