La trilogía de los colores de Kieslowski vuelve a los cines 30 años después

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Madrid, 1 jul (EFE).- En plena crisis de valores de la República Francesa tras la victoria, en primera vuelta, de la ultraderecha en las elecciones legislativas, a partir de este viernes vuelve a los cines la trilogía de los colores de Krzysztof Kieslowski, treinta años después de su estreno.

Inspiradas en el lema de la Revolución Francesa "Libertad, igualdad y fraternidad" y relacionadas con cada uno de los colores de la bandera, 'Azul', 'Blanco' y 'Rojo' se reestrenarán de forma consecutiva, remasterizadas y en 4K, el 5, 12 y 19 de julio, de la mano de Wanda Visión.

Las películas, premiadas en festivales como Venecia y Berlín, se podrán ver en cines de Madrid, Barcelona, San Sebastián, Bilbao, Asturias, Cantabria, Galicia, Valladolid, Sevilla, Córdoba, Málaga, Valencia o Palma de Mallorca.

Filmadas entre 1993 y 1994 y coescritas por Kieslowski y Krzysztof Piesiewicz, su colaborador habitual, cada una de las películas está impregnada de las otras, ya que mientras Kieslowski acababa el montaje de "Azul" -ganadora del León de Oro en Venecia-, comenzaba a dirigir "Blanco" y a escribir el guión de "Rojo".

En 'Azul' el cineasta reflexiona sobre el precio de la libertad a través de la historia de Julie (Juliette Binoche), una mujer que tras perder a su marido -un importante compositor- y a su hija en un accidente de tráfico, trata de alejarse de todo lo que le pueda relacionar con su pasado.

"Blanco", Oso de Plata al mejor director en la Berlinale, se basa en "la negación de la igualdad", porque "nadie quiere ser el igual de su próximo", en palabras del propio director polaco, fallecido en 1996 a los 54 años de edad.

Protagonizada por Zbigniew Zamachowski y Julie Delpy, la cinta narra el fracaso de un joven matrimonio que lo pierde todo. Él, inmigrante polaco, se ve obligado a regresar a su país desde París, pero no renuncia a recuperar a su esposa.

Por último, en "Rojo", protagonizada por Irene Jacob y Jean Louis Trintignant y estrenada en Cannes, la acción se sitúa en Suiza, donde distintas comunidades culturales y religiosas conviven con relativa placidez.

El filme, que consiguió dos nominaciones a los Oscar, aborda la relación entre una joven modelo y un juez jubilado que se dedica a escuchar conversaciones telefónicas de sus vecinos.EFE

mt/oli

(fotos cedidas)

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