Madrid, 30 jun (EFE).- La fórmula de unir los tapones a su envase es un buen ejemplo de diseño ecológico para reducir el impacto ambiental de un producto en la naturaleza, pese a sus críticos, según destaca el comisionado para la Economía Circular del Miteco, Alex Dorado, en una entrevista con EFE, con motivo del lanzamiento, esta semana, de un plan de ayudas al sector del plástico para mejoras en la transición medioambiental.
El fin del tapón de rosca para los envases y bricks, recogido en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados de 2022, es una muestra más de que el ecodiseño, - incorporar criterios ambientales en la idea y desarrollo de un producto-, es una factor fundamental para reducir la huella ecológica en el proceso productivo, según afirma el comisionado de Economía Circular.
"Hay que pensar los materiales de una forma diferente, con unos conceptos de ecodiseño. Alrededor del 80% de los impactos ambientales de un producto se explican por cómo está diseñado, señala Dorado, que advierte que ahora mismo, el 60% de los residuos de plástico que generamos "son envases de plástico".
En el caso de los tapones de botellas, Dorado explica que son el segundo elemento más encontrado en las playas de la Unión Europea, además provocar otros impactos contra la biodiversidad como su consumo por aves y mamíferos marinos que les supone la muerte en muchos casos.
El plan de subvenciones, con una dotación de 97,5 millones de euros, presentado esta semana, busca impulsar las iniciativas que reduzcan el impacto ambiental en el sector plástico, y se suma a la campaña iniciada ya en abril con el sector textil, la moda y la confección y del calzado, dotada con la misma cantidad económica, y que forman parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea- NextGenerationUE.
Para el comisionado, incluir el sector textil, en este plan también es clave para reducir el impacto ambiental de esta industria – “bandera en nuestro país”-, sobre todo por las tendencias de moda rápida y ultrarrápida.
“Se decidió dedicar una línea para este sector, dirigido a la sustitución de materiales por alternativas más reciclables, y hacer un uso más eficiente de esos materiales”, señala Dorado, que aprovecha para recordar que el próximo 1 de enero se implanta de forma obligatoria la recogida separada de residuos textiles.
En esa fecha, como pasa con el vidrio o el papel, los consumidores tendremos que dejar la ropa en su propio cubo de desperdicios y las marcas de moda tendrán que implicarse en la recogida de prendas usadas en sus tiendas.
“En España hay un gran margen de mejora. Solo el 12% de los residuos textiles se recogen de forma separada; el 88% restante se quema en incineradoras o se manda a vertederos. Todos esos recursos, se pierden”, añade.
Al margen de la entrada de la normativa de separación en 2025, el plan para el sector textil premia también la investigación en el ecodiseño, el uso de materiales que puedan ser reutilizados y su trazabilidad; esto es, la capacidad de rastrear todos los procesos de un producto desde su origen hasta su final, con el fin de facilitar su reciclado.
Junto a ello, el comisariado también explica fenómenos como la logística inversa, que es cuando una prenda vuelve a la propia marca para ser vendida de nuevo, las nuevas fórmulas del alquiler de ropa, o el impulso del mercado de materias primas secundarias.
Según Dorado, la cuarta categoría de apoyo de la administración está en el campo de los gestores de residuos que, aunque todavía no tienen la capacidad suficiente para reciclar o reutilizar todo el volumen nuevo de material textil que se espera, se está trabajando en su rápido desarrollo.
En esta apuesta por la economía circular, Dorado, insiste en que este Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) que dirige esta diseñado y dirigido al sector privado, con atención especial para las pymes y las empresas de economía social, y que la siguiente convocatoria - la tercera - está destinada al sector de bienes de equipo para energías renovables.
Para el que fuera consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica del Gobierno de La Rioja en la anterior legislatura, la idea general es cambiar los procesos industriales en el origen para que sean más sostenibles y los productos puedan reciclarse en favor de una economía circular.
“Las materias son recursos finitos y nos comportamos como si dispusiéramos de ellas de forma infinita. Tenemos que hacer una concienciación social, un cambio cultural para entender que es un concepto erróneo la economía lineal de extraer, producir, consumir y tirar”, concluye.
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