Diego El Cigala:Hay que poner orden en el flamenco, no se puede resolver todo por bulerías

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Javier Herrero.

Madrid, 28 jun (EFE).- A sus 55 años Diego El Cigala se encuentra "como los buenos vinos, en un punto muy bonito de mucha creatividad y al mismo tiempo muy reposado", con una gira en ciernes por España en la que canta a México y varios discos entre manos, uno de vuelta al flamenco.

"Un pedazo de disco de flamenco, que ya era hora", ataja en una charla con EFE en Madrid el artista madrileño. "Lo necesito para poner las cosas un poco en orden, porque tiene que haber más palos, no resolverlo todo con bulerías", alega diez años después de aquel otro disco que grabó en vivo en El Palau de Barcelona.

Entre medias, Diego Ramón Jiménez Salazar (Madrid, 1968) ha seguido con lo que él ha llamado "inmersiones donde otros flamencos no entran", como 'Diego El Cigala canta a México' (2020) o los boleros del reciente 'Obras maestras' (2023).

"Pero yo soy flamenco por los cuatro costados. Todo lo que he cantado lo he canalizado en ese mundo y por eso suena así. De otra manera, hubiera sido uno más, porque lo que yo hago no es fusión; son sonidos del alma", precisa quien igual se ha acercado a los tangos que a la música cubana en su célebre 'Lágrimas negras' (2014).

Cabe señalar en este punto que no parece guardar buena relación con quien fuera productor de ese emblemático álbum, Javier Limón. Basta citar su nombre para que el cantaor pida amablemente pasar a la siguiente pregunta.

Su cabeza la ocupa en otras cosas, por ejemplo en proyectos discográficos como uno sinfónico junto a su "amigo", el director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, para el que cita como material de base 'El amor brujo' de Manuel de Falla y "cosas de Lorca, de Miguel Hernández y de San Juan de la Cruz".

"Y también otro disco que va a ser para mí la obra más difícil de mi carrera, un homenaje a la música de Brasil y poder cantarlo en portuñol, porque tiene tanta armonía que va perfecto para el flamenco", afirma, mientras cita nombres para el repertorio como Djavan, Caetano Veloso y Vinícius de Moraes.

Antes de todo ello, cerrará el capítulo que la pandemia dejó abierto, cuando le impidió pasear su álbum 'Diego El Cigala canta a México', con una gira que incorporará a sus colaboradores habituales e incluso mariachis.

"En México cuesta un sinfín que su pueblo te dé el beneplácito, pero yo llevo 25 años viajando allí y he tenido suerte, porque creo que me he ganado su cariño y su respeto", presume, tras señalar que en su música, como en el flamenco, "para poder cantar bien, tiene que haber enjundia, noches y bohemia".

Durante la grabación del álbum, "que tiene mucha fuerza", dice orgulloso, recibió incluso el beneplácito del mismísimo Vicente Fernández. "Esto está padrísimo", le dijo.

En él incorporó a artistas locales de peso como Mariachi Vargas o Los Macorinos, esos "dos viejitos maravillosos" que acompañaron toda la vida a Chavela Vargas y de quienes guarda el mejor recuerdo.

En ese punto, recuerda con orgullo cuando tuvo la oportunidad de cantar junto a "La Chamana" en un festival en Corferias (Colombia) el tema 'Amar y vivir', un clásico de Consuelo Velázquez, y es que, según cree, la actriz argentina Fanny Mikey guarda una grabación del momento.

Lo que está cerrado es una gira que arrancará el 15 de diciembre en el Baluarte de Pamplona, el 16 de ese mes en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid y el 20 en el Teatro Romea de Murcia.

La gira, que seguirá en 2025 por otras muchas ciudades, le llevará por ejemplo el 16 de enero al Auditorio de Tenerife, el 17 al Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, el 23 al Palacio Euskalduna de Bilbao y el 25 al Kursaal de San Sebastián, por citar algunas.

Tanto plan denota esperanza en que la justicia resuelva a su favor tras su detención en 2021 por unas acusaciones de su expareja. A raíz de ello, y a la espera de juicio, la Fiscalía pide una condena de cinco años de prisión por cinco delitos de maltrato habitual físico y psíquico.

"Yo confío en la justicia plenamente", se limita a señalar el cantaor, sin perder la sonrisa. EFE

jhv/oli

(foto)(vídeo)

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