Álex García, el vasco evacuado de Tailandia, celebró su alta con un pincho de tortilla

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San Sebastián, 28 jun (EFE).- Tras pasar meses de calvario a causa de una pancreatitis severa por la que tuvo que ser repatriado en un avión militar desde Tailandia, Álex García decidió que lo primero que iba a hacer al recibir el médica en el hospital vizcaíno de Cruces era comerse un pincho de tortilla.

"Era el capricho que tenía y en cuando salí del hospital fui a tomarme uno en el bar" del centro hospitalario, reconoce en una entrevista a EFE este vizcaíno de 36 años, ya en su casa de Lasarte-Oria (Gipuzkoa), adonde llegó el pasado martes con 30 kilos menos que cuando partió el pasado febrero para pasar unos días de vacaciones con su mujer en el país asiático.

Alex García fue evacuado el pasado 21 de abril desde Tailandia, donde llevaba más de un mes hospitalizado en estado crítico, en un avión de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) del Ejército del Aire y del Espacio.

El pasado lunes recibió el alta después de permanecer 18 días en la UCI de Cruces y pasar a planta el pasado 13 de mayo.

"Cuando llegué a casa, el primer día me sentía desubicado. Mis hijos todavía no estaban en casa y cuando apareció Olalla, la mayor, me dijo: 'pero si es aita', aunque le costó reaccionar", recuerda emocionado.

"El pequeño se quitó las zapatillas y vino a abrazame", afirma.

Sin embargo, todavía se siente "muy débil" aunque los médicos le dicen que es lo normal y poco apoco tiene que coger fuerzas.

Cuenta agradecido que la gente, vecinos a los que casi no conocía porque lleva solo un año viviendo en la casa de Lasarte-Oria, se han volcado en ofrecerle ayuda.

"Ha sido un buen recibimiento", señala un Álex García al que lo terrible de la experiencia que ha vivido no le ha hecho perder el sentido del humor al hablar de su pérdida de peso.

"Bueno de lo malo malo siempre hay algo bueno, he hecho la operación bikini y he pasado de 100 kilos a 70. Ahora intentaré no pasar de los 80", promete.

Sobre los días de hospital en Tailandia asegura que "mucha parte de esa estancia ha sido borrada por su cerebro" y no recuerda mucho, "solo imágenes" que le vienen a la cabeza.

Un viaje que prometía idílico pero que se vio truncado a los cinco días cuando sintió un dolor muy agudo después de comer. "Solo recuerdo que me desperté en el hospital después de eso".

De su estancia en el hospital tailandés recuerda que era "un caos" lograr entenderse con el personal médico por las dificultades del idioma.

"Un día la enfermera me dijo que iba a pasar el médico a verme y me mostró en su teléfono móvil una traducción digital en la aparecía la frase el "médico viene a acuchillarte".

"Ahora me río pero entonces con 40 de fiebre, que no bajaba, escuchar algo así...", señala.

El momento más crítico de este periplo fue la última semana, cuando tenía taquicardias y fiebre altísima. Entonces creyó que no salía de esa y llegó a despedirse de su familia.

Por eso cuando finalmente el operativo de la UMAER se puso en marcha y subió al avión medicalizado en Bangkok no se lo podría creer después de dos intentos de volar rumbo a España que habían resultado infructuosos.

"Me sentí feliz y los militares que me acompañaron fueron muy cercanos y muy simpáticos todos", afirma Alex, que rememora también la "sorpresa" que dieron a la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuando desde la cama del hospital de Cruces habló con ella por teléfono.

"Se lo agradezco todo porque si no es por ella y por la UMAER ahí me quedo".

Una vez en Cruces la misma noche de su llegada le extrajeron dos litros de pus de la infección que padecía y de ahí "fue todo para arriba" con una mejoría más rápida de lo previsto ya que en un principio le auguraban 3 meses de UCI pero finalmente fueron solo 18 días.

Ahora el médico va a su casa para hacerle las revisiones pertinentes pero todavía es pronto para hablar de tiempos sobre su recuperación total.

"Depende del páncreas, puede ser 6, 8 o 9 meses. Si no se cierra la fisura tendré que operarme y luego quitarme la vesícula porque tiene piedras", indica.

A pesar de todo, Álex asegura que "en principio volverá a Tailandia porque lo que le ha pasado podía haber sucedido en Madrid, en Francia en Alemania o en cualquier lugar". EFE

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