El gran reto de la sociedad es luchar contra los bulos, subraya la presidenta de la RAC

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Caty Arévalo

Madrid, 27 jun (EFE).- En el mejor de los tiempos y en el peor de los tiempos -como el célebre paralelismo de Charles Dickens- una mujer, Ana Crespo, preside por primera vez la Real Academia de Ciencias (RAC), con una flamante trayectoria científica, un contexto de cierta bonanza presupuestaria y un reto colosal: luchar contra los bulos.

Crespo (Santa Cruz de Tenerife, 1948) asumió ayer, con un respaldo abrumador, la presidencia de esta institución científica promovida, en 1847, por la reina Isabel II con el mismo espíritu que mantiene hoy: reunir a un grupo cualificado de científicos independientes que asesore al Gobierno y a la sociedad, y dé su opinión en los temas importantes.

Entre los objetivos clave de su mandato, "trabajar contra los bulos de manera que todo el mundo entienda que los científicos tenemos la razón frente a quien los difunde, por el simple hecho de que el método científico es la base de aproximación al conocimiento más fidedigna que existe", subraya en una entrevista con EFE.

"La velocidad a la que se difunden los bulos y la buena fe con la que mucha gente se los cree nos crea una obligación, a los científicos y al resto de la sociedad, porque nos jugamos mucho. Hemos de actuar con contundencia y decisión ante la desinformación", insiste.

Catedrática de Botánica de la Universidad Complutense de Madrid, profesora asociada de una de las instituciones mundiales más notables en ciencias naturales, el Museo Field de Chicago, la bióloga canaria es, entre otros, una eminencia mundial en el estudio de los líquenes.

En su honor, existen especímenes 'bautizados' con nombre por sus colegas en casi todos los continentes.

Nombrarle a estos fascinantes organismos resultantes del 'matrimonio de conveniencia' entre un hongo y un alga unicelular hace que le brillen los ojos más aún de lo que ya de por sí se le iluminan al hablar de cualquier tema relacionado con la ciencia.

Su labor investigadora, con campañas científicas por todo el mundo, ha sido decisiva para descubrir buena parte de lo que se sabe de ellos, como que son bioindicadores de la calidad del aire, tal y como probó con un proyecto llevado a cabo en la capital (hasta que el Ayuntamiento de Madrid retiró la financiación).

Pero ahora toca hablar de otras gestas, como que hayan tenido que pasar 177 años para que la RAC tenga como presidenta a una mujer: ¿Cree que esto hubiera ocurrido sin políticas para favorecer la igualdad? "A lo mejor dentro de doscientos años", responde entre risas.

"Si no se fuerza la máquina no hay igualdad. Se buscan hombres para estos puestos -de liderazgo-, porque tradicionalmente son más visibles, por eso hay que ponerse como objetivo encontrar también a mujeres que tengan una valía equivalente para los cargos", apunta.

Resalta que "las mujeres somos inasequibles al desaliento y su avance en la ciencia es imparable, pero es importante seguir avanzando en igualdad y proteger lo conseguido para que no se pierda".

Crespo cree que la ciencia 'made in Spain' ha dado "saltos de gigante en los últimos años y está en un momento muy productivo y competitivo" que explica con un paralelismo muy botánico: el conocimiento científico "está floreciendo porque se está regando" con más presupuesto.

"La comunidad científica española ha demostrado siempre que sabe y puede. Pero la profundísima caída de la financiación tras la crisis económica fue un drama gordo del que todavía nos estamos recuperando, y que afectó a todos los aspectos de la ciencia, incluida la confianza social", añade.

Crespo ya retomó, como secretaria de la RAC desde 2020, proyectos afectados por la 'desnutrición económica' que sufrió la institución y que ahora como presidenta quiere potenciar: la actualización del diccionario científico, en el que se ofrecen definiciones de todos los nuevos conceptos que surgen en ciencia y tecnología.

Quiere, también, que esta abra más sus puertas, de fuera a dentro y de dentro hacia fuera: que la gente sepa que existe y que es importante; que tenga muy presente "el paradigma científico de cada momento (los temas de moda en la investigación), pero sin perder de vista las esencias".

De extensa labor docente, gestora (fue directora general de Universidades en los años 90) e investigadora, responde, sin dudar un segundo: "Lo que más me ha compensado es la actividad científica. He disfrutado muchísimo investigando".

En un futuro, cuando se cuelgue por primera vez el cuadro de una mujer en la galería de los ilustres expresidentes de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España, entre los que están el Nobel José Echegaray o el inventor Leonardo Torres Quevedo, Crespo querrá ser recordada como "alguien que trabajó con sentido común por la ciencia". EFE

cam/cc

(foto)

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