La catedral de Valladolid acogerá parte de las valiosas tallas de la Vera Cruz

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Valladolid, 26 jun (EFE).- La catedral y la iglesia de San Miguel y San Julián, ofrecidas por el arzobispado de Valladolid, se perfilan para alojar temporalmente el valioso legado patrimonial del templo de la Vera Cruz, cuya cúpula de desplomó este pasado martes.

A falta de la confirmación de los técnicos de Patrimonio, la cofradía de la Vera Cruz, la más antigua de Valladolid y referente de la Semana Santa, ha aceptado el ofrecimiento del arzobispado para recolocar sus pasos y tallas procesionales más emblemáticos, entre ellos los cincelados en el XVI por el imaginero Gregorio Fernández.

La cúpula del templo de la Vera Cruz, en el que se custodian las tallas, de derrumbó ayer dos días después de su cierre tras ser detectadas varias grietas.

La secretaria de la hermandad penitencial, Beatriz Tovar, y el delegado diocesano de Patrimonio, Jesús García Gallo, han explicado a los periodistas el presumible destino de las tallas mientras esperan las obras de desescombro, limpieza y restauración de una iglesia emblemática en la historia, arte y tradiciones de la capital castellanoleonesa.

Al tratarse de una talla de culto, la Dolorosa de la Vera Cruz, titular de la iglesia a la que nombra y también de la cofradía, viajará con toda probabilidad a la iglesia de San Miguel y San Julián, de origen jesuita y amplia dimensión.

Por su monumental tamaño, el paso del Descendimiento (seis tallas más la cruz), encontraría acomodo en la catedral, donde también podrían ir otras dos tallas: el Ecce Homo/Cristo de la Caña (Gregorio Fernández) y la Oración del Huerto (Andrés Solanes), ya que ambas habían sido solicitadas para una exposición, a partir del próximo noviembre, prevista en el principal templo de la diócesis.

Queda por determinar el destino final de otras piezas emblématicas como la reliquia del Lignum Crucis, el Atado a la Columna (Gregorio Fernández) y el paso de La Borriquilla (Francisco Giralte), ya que otras tallas e imágenes que también atesora la cofradía se encuentran en otras dependencias.

Para todo este procedimiento, tanto la cofradía como el arzobispado de Valladolid han solicitado a la Junta de Castilla y León el apoyo de técnicos de profesionales cualificados para realizar los traslados en las debidas condiciones de seguridad, además de los pertinentes peritajes tanto previos como posteriores.

Los trabajos de desescombro aún no han comenzado debido a la existencia aún de riesgos de desprendimientos desde el tambor (arranque de la cúpula), pendiente de apuntalar antes de iniciar la limpieza y la posterior itinerancia de las imágenes que deberá disponer ahora de un proyecto y licencia de obras del que demorará aún más el inicio y la duración de los trabajos.

El concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, ha defendido en todo momento a la empresa constructora que llevaba a cabo las obras de restauración, ha negado que haya habido "ningún tipo de negligencia" y ha subrayado que con su proceder "ha evitado daños personales y al patrimonio irreparables".

La iglesia fue cerrada al culto y a las visitas apenas dos días antes del desplome total de la cúpula y de la linterna que la coronaba, este pasado martes a las 13:40 horas, momento en el que se encontraban seis operarios en el exterior de la misma y que fue debido, según técnicos y reponsables municipales, a humedades y la posible presencia de hongos en el entramado. EFE

rjh/jls

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